
Dos camareros en la Plaza Mayor de Madrid
Pymes, autónomos y quien tenga empleados del hogar pagarán la reducción de jornada: «El bar no va a cerrar media hora antes»
El Gobierno espera que la norma esté publicada en el BOE antes del verano, para que las empresas puedan tener unos meses de adaptación
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el anteproyecto de ley de la reducción de la jornada. Aunque todavía queda un largo recorrido para que se apruebe en el Congreso –y existe la incógnita de si finalmente saldrá adelante en trámite parlamentario–, el Gobierno espera que la norma esté publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) antes del verano, para que las empresas puedan tener unos meses de adaptación. Según lo acordado, los convenios colectivos que tengan más de 37,5 horas semanales de jornada en promedio anual tendrán hasta el 31 de diciembre de 2025 para adaptarse a la jornada máxima de 37,5 horas.
El anteproyecto de ley que se ha aprobado este martes incluye un endurecimiento de las sanciones para aquellas empresas que incumplan la normativa: se multará a las empresas por cada trabajador con el que no se aplique y la cuantía máxima pasará de 7.500 a 10.000 euros. Además, se garantizará el derecho a la desconexión digital y se creará un registro horario de manera digital, que deberá ser accesible para la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
Es lo pactado con los sindicatos, sin la presencia de la patronal, que decidió bajarse de la negociación al entender que esta medida no se debería incorporar al Estatuto de los Trabajadores, sino dejarla en mano de la negociación colectiva e incluirse en los convenios.
La patronal, además, prevé un impacto millonario para las empresas de nuestro país, principalmente pymes, debido a su menor productividad, rentabilidad y sus inferiores recursos organizativos. Esta reducción conllevaría un coste directo de 11.800 millones de euros, entendido como el coste de horas que se dejarían de trabajar, según se refleja en el informe Impacto de la reducción de la jornada laboral en la pyme, elaborado por Cepyme.
El coste anual indirecto ascendería a los 30.602 millones y el total a los 42.394 millones, una cifra similar a aumentar el impuesto de sociedades al 56 %.
2.000 euros más por trabajador
Los empresarios volvieron a reiterar este miércoles su rechazo frontal a la reducción por ley de la jornada laboral. CEOE, Cepyme y ATA no están en contra de la medida –en España se trabajan ya, de media, 36,4 horas de forma efectiva, según Eurostat– pero sí exigen que no se tramite como anteproyecto de ley, sino que se negocie, sector a sector, en los convenios colectivos.
«Estamos totalmente dispuestos a reducir la jornada pero sector a sector y territorio a territorio», trasladó ayer el presidente de la Federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, ATA, Lorenzo Amor. Empresarios y autónomos coinciden en señalar que la entrada en vigor «castigará» a las pequeñas empresas, de uno y dos trabajadores, y a los autónomos, que no tendrán además músculo suficiente para compensar el recorte con nuevas contrataciones.
El recorte supondrá, entre nóminas y cotizaciones, pagar 2.000 euros más por trabajador, un 6,25 % más que en la actualidad. Un coste que también se extenderá a a quién tenga contratado a un empleado del hogar, como trabajadores de limpieza o cuidadores. «Si alguien piensa que va a haber una contratación para compensarlo, no tiene ni pajolera idea ni ha pagado una nómina en su vida. El bar no va a cerrar media hora antes sino que lo cubrirán los autónomos», anticipó Amor.
Afectará especialmente además a aquellos que tengan su negocio fuera de las grandes ciudades, como ha venido sucediendo con la subida del Salario Mínimo Interprofesional, dado que tendrán menos margen de maniobra. Según los cálculos de la patronal de las pymes ha destruido 50.000 comercios en cinco años, compensados únicamente a nivel nacional por el crecimiento en Andalucía y Madrid.
Pérdida de rentabilidad
Los expertos consideran que sacar adelante esta medida de forma transversal sin antes de realizar un estudio del impacto que traería consigo, no solo va a suponer un aumento de los costes, también mermará la productividad y la rentabilidad de las empresas.
«Esta reducción de la jornada a 37,5 horas supone que los empleados trabajen 30 minutos menos al día. Va a ser difícil encontrar a alguien que cubra ese número de horas, por lo que vamos a tener que reducir el horario de apertura», asegura Mara Verdasco, dueña de la taberna La Bola (Madrid) a El Debate. «Al final, cerrar antes me va a suponer una pérdida de dinero y una reducción de la productividad», añade.
El recorte de horas va a obligar a sus dueños a contratar un empleado más. «Va a suponer un sobrecoste que, para poder hacer frente, nos llevará a tener que abrir un sexto día a la semana», cuenta Alberto García, uno de los copropietarios. «El tiempo que ahorren de esa reducción de la jornada lo van a perder en venir un día más al trabajo, pero es la única manera que tenemos de no perder dinero», concluye.
Impacto en la economía
Otros estudios hablan sobre lo limitante que puede ser esta medida y el impacto que tendrá en el crecimiento de la economía española, que se verá lastrada. Y es que, no solo va a afectar a la productividad y a la rentabilidad de las empresas, también va a suponer la pérdida de empleo.
«Cuanto más pequeña sea esa empresa más posibilidades tiene de que no pueda afrontarlo y termine cerrando. Y cuando una empresa echa el cierre no reduce el horario, lo elimina porque sus trabajadores van al desempleo», explicaba Francisco Aranda, portavoz de la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE (CEIM) a El Debate.
De hecho, BBVA Research, el servicio de análisis de BBVA llegó a alertar que podría suponer la pérdida de un 1 % del empleo. Desde la patronal aseguran que es un riesgo que no se puede correr, porque actualmente España duplica la media de paro de la Unión Europea y se encuentra en el primer puesto de paro juvenil y femenino.