Las cotizaciones sociales se disparan un 54,6 % desde 2018
La subida de las cotizaciones empresariales desde que tenemos a Sánchez en La Moncloa ha sido, como todo lo suyo, espectacular
Eurostat está empezando a publicar datos de la economía europea del primer trimestre, pero hay muchos países que van retrasados en enviar sus datos, tantos como que sólo 3 lo han hecho: España, Dinamarca y Países Bajos. El INE si no fuese por la toma de poder de Elena Manzanera, seguiría siendo un ejemplo para seguir en su modelo de organización y producción de información económica.
Como a nuestro gobierno le gusta decir y presumir de lo que pagan por cotizaciones sociales los empresarios, podemos tener garantías de que estas cifras de las que voy a escribir hoy no están pasadas por la cocina del despacho de la presidente del INE.
Creo que todos entendemos que las cotizaciones sociales pagadas por los empresarios suponen un coste laboral directo que se suma al salario bruto de los trabajadores o, dicho de otra manera, cuanto más alta es esta cotización, más caro resulta contratar. Este coste puede tener, y realmente tiene, efectos adversos sobre el empleo, especialmente en sectores intensivos en mano de obra o en momentos de menor crecimiento de la economía, tal como nos está pasando en Europa, y como nos va a pasar a nosotros, por mucho que nos cuenten desde La Moncloa.
Para entender como hemos llegado a una subida tan espectacular de las cotizaciones sociales pagadas por los empresarios, conviene recordar que el SMI, Salario Mínimo Interprofesional, ha subido desde 2018 en un 54 % y ya el 17 % de los trabajadores cobran el SMI a lo que hay que añadir una inflación que, desde que está Sánchez, ha sido de más del 21 % lo que ha provocado una subida al alza de los salarios. Por último, tenemos que pensar que ha aparecido un nuevo impuesto que tiene un nombre muy rebuscado, para encubrir lo que es, un nuevo impuesto, que decidieron llamar Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) , que pagan tanto la empresa como los trabajadores y que tiene como objetivo reforzar el fondo de reserva de la Seguridad Social para hacer frente al envejecimiento de la población. Por favor, cojan una alfombra roja túmbense en ella y procuren reírse a mandíbula batiente.
Ha aparecido un nuevo impuesto que tiene un nombre muy rebuscado, para encubrir lo que es, un nuevo impuesto, que decidieron llamar Mecanismo de Equidad Intergeneracional
Sólo se le podía ocurrir a un radical de extrema izquierda este nombre y una tontería de este calibre, cuando el déficit real de la Seguridad Social ronda los 55.000 millones, aunque a Bruselas se le diga que es de 8.000 millones.
Por lo tanto, con toda la información que les he proporcionado, ya intuyen ustedes quela subida de las cotizaciones empresariales desde que tenemos a Sánchez en La Moncloa ha sido, como todo lo suyo, espectacular. Los empresarios hoy pagan un 54,6 % más de lo que pagaban en el primer trimestre del 2018 y para tenerlo claro he preparado el siguiente cuadro:
Así tenemos que, excepto en pandemia, cuyos efectos los podemos considerar que fueron 2 años, 2020 y 2021, en los que podemos ver, que a pesar de la pandemia los empresarios pagaron un 2,2 % y un 0,6 % más, ya podemos deducir que los empresarios, son aquellos que hay que perseguir hasta esquilmarlos, porque seguro que se forran.
El año 2019 fue el año de iniciar el proceso de caza y captura del empresariado español con una subida de las cotizaciones del 9,4 %, para alcanzar la máxima subida en el primer trimestre del año 2023, donde llegaron a recaudar un 10,2 % más.
En 2024 y en 2025, los ingresos no han parado de subir, hasta un 8,4 % en el 24 y un 7,7 % este año, donde el primer trimestre se han pagado 45.387 millones de euros y toda esta recaudación no ha servido para equilibrar el sistema, porque el gobierno haya tenido que enviar casi 10.000 millones en transferencias corrientes.
Todo este exceso de presión fiscal sobre los empresarios va a seguir generando una desincentivación a la contratación. Las empresas van a preferir sin duda, automatizar y externalizar procesos antes que contratar, la inversión se va a frenar, salvo en la digitalización de procesos donde las empresas ya han avanzado de forma importante y las grandes pueden llegar a plantearse la deslocalización o el traslado de operaciones a países más permisivos.
Lo que está haciendo este gobierno con los empresarios, no tiene nombre ni apellido y más teniendo en cuenta que en España y según el Ministerio de Trabajo, a cierre del primer trimestre, hay 990.350 empresas afiliadas a la Seguridad Social con 5 o menos trabajadores, que pagan lo mismo en porcentaje que las 2.799 empresas que tenemos con más de 500 trabajadores.
Atacar, como se está atacando, al pobre, ha hecho que en un solo trimestre hayan desaparecido 5.497 empresas de esas de menos de 5 trabajadores y esto no ha hecho más que empezar.
Esto es lo que no entiende nadie en gobierno y así, como el que no quiere la cosa, las cotizaciones sociales se van a llevar por delante nuestro tejido empresarial. Susto o muerte… pues eso haber elegido susto, porque votar a Sánchez es votar muerte de empresas.