El 13-F concluyó con la victoria del
PP, que terminó la noche siendo la lista más votada, con
31 escaños, y con una gran sorpresa, el
despegue de Vox, que se colocó en la Cámara de Castilla y León con
13 procuradores, esto es, 12 más que lo que obtuvo en 2019. Se abre así una nueva etapa en la región en la que los populares y los de Abascal parecen estar
obligados a entenderse para formar Gobierno. «Voy a iniciar el diálogo con todas las fuerzas políticas», señaló ayer
Alfonso Fernández Mañueco tras los resultados. En esta idea insiste este lunes el candidato popular:
«Nos han pedido por encima de todo diálogo y el diálogo se va a producir».
Así lo ha señalado en una entrevista para Herrera en COPE, donde también ha remarcado que «quien ha ganado es el PP», que ha ganado dos escaños más de los que alcanzó en los comicios de 2019. Reconoce, asimismo, que Vox ha irrumpido con fuerza y que siempre han existido también partidos de carácter local y provincial que han logrado representación en la cámara.
Respecto a la posibilidad de que el Partido Popular consiguiera una mayoría absoluta, Mañueco ha descartado que se haya creado esa expectativa, dado que considera que «en los momentos que vivimos las mayorías absolutas solo la obtienen personas elegidas», así como fuerzas políticas elegidas y en circunstancias concretas, ha explicado. Sabía que conseguirlo en Castilla y León era «imposible», por lo que pedía «una mayoría suficiente para gobernar».
El candidato popular ha evitado hablar sobre si quiere gobernar en solitario o formar un gobierno con la formación conservadora, que lidera en la región Juan García-Gallardo. Lo que sí ha señalado es que de lo que él ha hablado siempre ha sido de «tener un gobierno en solitario para tener eficacia en la gestión» y lograr «estabilidad».
A la vista de los resultados, se deduce que los ciudadanos castellanos y leoneses «han pedido diálogo» y a partir de hoy iniciará ese proceso. Lo hará, ha dicho, hablando «sobre el programa electoral, sobre los puntos programáticos de cara al futuro», es decir, de la educación, la sanidad, la posición sobre la política agraria común o los impuestos, y «no del reparto de sillones».
Con todo, ha asegurado que adelantar las elecciones «sí ha merecido la pena», porque «la alternativa era un Gobierno sustentado en una moción de censura, negociado en despachos, sin ningún tipo de transparencia y apoyado en tránsfugas», ha explicado Mañueco. Por ello, ha dicho sentirse «muy satisfecho», al mismo tiempo que asume la gestión de la campaña, y ha llamado a todos a hacer «autocrítica».
Egea apela a la estabilidad
El secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha hecho hincapié en la intención de Mañueco de iniciar el diálogo con todas las fuerzas políticas del arco parlamentario de Castilla y León. Ha pedido en una entrevista para Onda Cero que «tengamos todos altura de miras» y que «dejemos que Mañueco, legítimo ganador de las elecciones, pueda establecer esa ronda de contactos» así como que las posiciones de los partidos se vuelvan «resoluciones» para la región.
No ha afirmado en ningún momento que el PP de Castilla y León vaya a formar un gobierno en solitario, aunque ha señalado que, a excepción de Andalucía –cuyo Ejecutivo, según ha explicado, lo configuró él mismo junto con el Partido Popular andaluz–, «las experiencias del Gobierno de coalición que hemos visto hasta ahora no están siendo satisfactorias».
En este sentido, Egea cree que «es el momento de que los ciudadanos puedan juzgar un programa, un proyecto y unas siglas», y de que Mañueco construya «un Gobierno serio, solvente y firme», frente a la «inestabilidad» que trae la fragmentación, ha explicado.