El Constitucional tuvo la ocasión de resolver antes del pasado mes de junio, cuando caducó el mandato de un tercio de sus magistrados, el
doble recurso de inconstitucionalidad de
Partido Popular y
Vox contra la reforma de marzo del Gobierno que –de forma exprés y sin consenso– vetó al
Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) su potestad de hacer nombramientos. La Corte de Garantías no lo hizo consciente de que, con la actual composición de la misma, de mayoría conservadora, resultaría difícil asumir la ponencia de la magistrada
María Luisa Balaguer que apuesta por avalar al Ejecutivo de
Pedro Sánchez en su injerencia sobre el Consejo, según han apuntado a El Debate fuentes próximas al caso.
Vulnera la independencia judicial
Hace exactamente un año, el 17 de septiembre de 2021, el Pleno del Tribunal Constitucional admitía a trámite los recursos de inconstitucionalidad planteados por el
Grupo Parlamentario Popular y por el
Grupo Parlamentario de Vox contra la
reforma con la que el Gobierno impide al máximo órgano de los jueces, cuando está en funciones, hacer nombramientos en la cúpula judicial. Las demandas y todos los documentos presentados se elevaron tanto al Congreso de los Diputados como al Senado y al propio Ejecutivo para que pudieran personarse en el proceso y formular sus alegaciones.
Ambas reclamaciones fueron dirigidas a la Corte de Garantías para anular la Ley Orgánica 4/2021, de 29 de marzo, por la que a su vez se modificaba la Ley Orgánica 6/1985, de 1 de julio, del Poder Judicial (LOPD), para alterar el régimen jurídico aplicable al CGPJ en funciones. Esto es, vetar desde el Gobierno al Consejo su capacidad de asumir designaciones discrecionales de jueces y magistrados para cubrir las vacantes de los más altos tribunales de la Magistratura.
Y, desde entonces, se ha venido acentuando una situación ya de por sí complicada para buena parte de las Audiencias Provinciales, Tribunales Superiores de Justicia, Audiencia Nacional, que funcionan por debajo de los efectivos humanos necesarios, y hasta el propio
Supremo, que agoniza con más de 15 huecos entre sus filas.
El Constitucional acordó, por unanimidad, revisar ambos recursos y designar como ponentes al magistrado Juan Antonio Xiol y a la magistrada María Luisa Balaguer, ambos del sector progresista. Según una práctica consolidada en el Tribunal de Garantías, corresponde a ésta liderar el enfoque de la ponencia que resolverá ambas cuestiones, al haber sido la primera en conocer de uno de los recursos presentados contra la misma materia. Balaguer tendría que solicitar al presidente elevar su propuesta a la Sala o, incluso, si fuese necesario por la trascendencia de la causa, al Pleno. Algo que no ha sucedido hasta la fecha, en espera de que el grueso de sus compañeros sean más permeables a su ponencia.
Según ha podido saber El Debate, la magistrada se inclina por rechazar que, en contra de lo que alegan PP y Vox, la reforma legal del Gobierno sea contraria a la Constitución, por defectos formales de su tramitación parlamentaria, así como que vulnere el principio de independencia judicial o la reserva de Constitución para regular el CGPJ.