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20 de abril de 2024

Sánchez durante la sesión de control en el Congreso

Sánchez durante la sesión de control en el CongresoEFE

Sánchez, acosado por sus pactos, dice a Bildu que sus listas son «legales pero no decentes»

La sesión de control al Gobierno está marcada por las listas de los abertzales con terroristas en ellas

Tras el cara a cara con Feijóo en el Senado, Pedro Sánchez ha tenido que hacer frente a las preguntas de la oposición en el Congreso de los Diputados. El presidente del Gobierno acude a la Cámara Baja acosado por sus pactos con Bildu y la inclusión de terroristas de ETA en sus listas. La portavoz del PP, Cuca Gamarra ha apuntado en esa dirección en la primera intervención de la mañana.
Sánchez ha insistido en su argumento de que «ETA ya no existe» y volviendo a atribuir el mérito de su desaparición al PSOE. El presidente ha pedido a los populares que repitan las acusaciones contra Zapatero y Rubalcaba por negociar con los terroristas. La oposición ha coreado un gran «sí» como respuesta a su pregunta sobre si traicionaron a las víctimas.
La respuesta de Gamarra ha sido la de afear la «complacencia con Bildu», algo que, en sus palabras «marcará su historia, porque la sociedad española no olvida». La portavoz del PP ha vuelto a preguntar a Sánchez si va a romper con Bildu tras la inclusión de terroristas en sus listas. «han dilapidado los valores democráticos», ha concluido Gamarra dirigiéndose a Sánchez y la líder de los abertzales en el Congreso. Como ya ocurrió ayer en el Senado, el presidente del Gobierno ha esquivado la pregunta y ha tachado de «cínicos» a los populares por usar el dolor de las víctimas.
Rompiendo el orden habitual de la sesión de control, la segunda en intervenir ha sido la portavoz de Bildu, que ha repasado todas las veces que han apoyado al PSOE y al Ejecutivo durante la legislatura. En tono electoralista, Mertxe Aizpurua ha usado el Congreso para alabar el escudo social y otras medidas para «defender los derechos sociales». Sánchez, acosado por todos esos acuerdos, ha optado por un pequeño tirón de orejas a sus socios preferentes con un «se han equivocado en la elaboración de sus listas electorales, puede ser legal, pero no decente».
Carlos Rojas, del PP, ha vuelto a insistir a los socialistas en la necesidad de romper con Bildu tras la tranquila respuesta de Sánchez a su portavoz. Su pregunta iba dirigida a Nadia Calviño, a la que ha recordado que «no sería ministra» sin los abertzales. Así, ha pedido a la vicepresidenta que no mienta en materia económica y le ha pedido «ratificar o desmentir» los supermercados públicos anunciados por sus socios de gobierno. Del mismo modo que el presidente ha obviado la pregunta sobre los herederos de ETA, Calviño ni ha ratificado ni ha desmentido la posible creación de esos supermercados. «Hay que dar la cara», pedía Rojas.
Iván Espinosa de los Monteros, de Vox, ha vuelto a afear al PSOE sus pactos con Bildu al tiempo que reprochaba al PP su voto en contra a las tres propuestas parlamentarias para ilegalizar al partido de Otegi. Tras esta introducción, preguntaba a la ministra sobre la política económica del ejecutivo con la advertencia de haber preguntado al ChatGPT por los métodos de manipulación que podía utilizar. Calviño optaba por responder utilizando los «malos datos económicos» de Castilla y León desde que gobierna Vox con el PP. Espinosa de los Monteros replicaba con la masiva deuda pública que sostiene al Gobierno y con los datos de pérdida de poder adquisitivo que ponen a España a la cola de la OCDE.
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