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15 de mayo de 2024

El Rey junto a Pedro Sánchez, este martes en la Zarzuela

El Rey junto a Pedro Sánchez, este martes en la Zarzuela

Nada es casual

Sánchez irrumpe en la jura de Leonor exhibiendo su pacto con el mayor enemigo declarado de la Corona

Tenía días para elegir, pero Pedro Sánchez eligió precisamente la víspera del acto más importante para la Corona desde la proclamación de Felipe VI, el 19 de junio de 2014. El presidente en funciones envió al secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, a Bruselas a reunirse con Carles Puigdemont en las horas previas al solemne juramento de la Princesa Leonor en las Cortes. A pesar de que desde su partido habían asegurado que no habría ningún movimiento reseñable antes de que la heredera cumpliera con el artículo 61.2 de la Constitución.
Pero sí que lo hubo. Nada menos que la fotografía que confirma el acuerdo de investidura entre Sánchez y el líder de Junts. El mismo al que se dirigió en primera persona el Rey en su histórico discurso del 3 de octubre de 2017, cuando acusó a «determinadas autoridades de Cataluña» de haber incumplido de manera «consciente y deliberada» la Constitución y el Estatuto de Autonomía de Cataluña. Además de demostrar una «deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado».
La escena del sofá en el Parlamento europeo, con una fotografía de una urna del 1-O adornándola, se produjo, además, al cumplirse seis años de la fuga de Puigdemont en el maletero de un coche. Un Puigdemont que, en el último aniversario del 3-O, colgó en Instagram una foto de Don Felipe bocabajo: «Decidió poner la Corona al frente de la represión, y envió en directo un mensaje claro a la población catalana: que iría 'a por ellos'», escribió entonces.

Poco antes, en la Moncloa

Solo unas horas antes de la imagen de Cerdán y Puigdemont, en la sala de prensa de la Moncloa, la portavoz del Gobierno había recitado de carrerilla ante los periodistas un texto sobre la «gran trascendencia histórica, simbólica y con una dimensión jurídica importante» del solemne juramento.
Isabel Rodríguez llevaba la respuesta escrita, y cuando le pidieron una valoración sobre la ausencia de tres ministros este martes, Irene Montero, Ione Belarra y Alberto Garzón, así como la de todos los socios parlamentarios del Gobierno, leyó sin pausas eso y esto: «… Queriendo demostrar con ello la fortaleza de nuestra democracia, garantizando la continuidad de la Corona como una institución central en nuestro sistema político, reafirmando nuestros valores, que están en la Constitución: la igualdad, la libertad, el pluralismo político. Y demostrando que la Monarquía está en esa senda de estar siempre del lado de la Constitución y de los avances de nuestro país».
El arranque del curso y de la legislatura ha sido turbulento entre la Moncloa y la Zarzuela. Y no solo por la foto de este lunes, mientras la Casa Real ultimaba los preparativos para el gran día de la primogénita. Tras las elecciones generales, el presidente en funciones arrastró al jefe del Estado a la pugna política. Primero, haciéndole elegir entre él y Alberto Núñez Feijóo cuando el ganador de las elecciones manifestó su voluntad de intentar la investidura. Más tarde, empujando al Rey a designarlo candidato para una investidura abstracta que por entonces –el 3 de octubre– no tenía ni fecha ni votos.
A ello se une el boicot sus socios a la Princesa Leonor. Empezando por la ausencia de las dos ministras de Podemos, Montero y Belarra, sobre las que ya ni Yolanda Díaz tiene autoridad alguna. Y siguiendo con la del también ministro Alberto Garzón, líder de Podemos. Este lunes, el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, trató de restar importancia a estas tres bajas. Como también a la del secretario primero de la Mesa del Congreso, Gerardo Pisarello, a pesar de que el acto de este martes es la esencia misma de la Monarquía Parlamentaria. La representación de Sumar la ostentarán la propia Yolanda Díaz, el ministro Joan Subirats, de los Comunes, y la vicepresidenta tercera de la Mesa del Congreso, Esther Gil. Los demás diputados pueden tomarse el día libre.
«Este acto pretende blindar una monarquía que no ha elegido nadie y, en el caso del Estado, es una monarquía corrupta. Nos reafirmamos con nuestro republicanismo. Queremos una república catalana sin privilegios por parte de unos pocos», señaló este lunes la portavoz de ERC, Raquel Sans.
Ninguno de los socios parlamentarios de Sánchez estará presente en el juramento de este martes. Ni Esquerra, ni Junts, ni Bildu, ni el BNG, ni tampoco el PNV. Entre todos sumaron un porcentaje de voto en las elecciones del 23 de julio de solo el 6,59 %, pero de ellos dependerá la gobernabilidad de España en esta legislatura recién empezada. De ellos y de sus 26 escaños.
Con esos compañeros viaja Sánchez, que con la concesión del Collar de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III a la Princesa Leonor se ha garantizado su minuto de protagonismo este martes: el presidente en funciones pronunciará un discurso en el Palacio Real durante la ceremonia de imposición, en calidad de gran canciller de esta orden.
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