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Dibujo de Miguel Ángel Blanco en una de las cartas

Dibujo de Miguel Ángel Blanco en una de las cartasUniversidad de Navarra

Miguel Ángel Blanco

Miles de cartas inéditas a Miguel Ángel Blanco: «Es como asomarse a una ventana de esos días de 1997»

Se trata de 43 cajas con documentos que atestiguan la empatía y solidaridad de la sociedad con la familia y el rechazo al terrorismo de ETA

Corría julio de 1997. El asesinato de Miguel Ángel Blanco conmocionó a todo el país. Millones de personas llenaron calles y plazas para plantar cara a ETA. Un rechazo y una repulsa unánime a los asesinatos, al terror y a la violencia ejercida por la banda terrorista. Un grito a la libertad. Así fue como comenzó a fraguarse el espíritu de Ermua, un sentir común de una sociedad cansada de vivir con miedo.

Ese sentir de las calles, de la gente, ese ambiente solo lo pudieron respirar quienes asistieron, por desgracia, a tal acontecimiento histórico. Son muchos los recortes de prensa, los titulares, las tertulias de radio y los informativos de televisión que atestiguan todo lo acontecido aquellos días. Sin embargo, en un garaje de Ermua se guardó durante 25 años cerrado a cal y canto un gran tesoro que no tardará en ver la luz.

43 cajas con miles y miles de cartas escritas a mano por gente de todas las edades, desde niños a adultos, es el tesoro mejor guardado de la familia de Miguel Ángel Blanco.

Carta a la familia de Miguel Ángel Blanco

Carta a la familia de Miguel Ángel BlancoUniversidad de Navarra

«La gente sentía la necesidad de escribir a la familia, de mostrar ese apoyo»

«La familia era incapaz de enfrentarse a lo que suponía emocionalmente abrir esas cartas y las guardaron durante 25 años en ese garaje junto con otras cosas de Miguel Ángel», relata María Jiménez, investigadora principal del proyecto 'Narrativa, violencia y memoria' de la Universidad de Navarra. «En la universidad intuíamos que algo valioso había en ese garaje», y gracias a Marimar y a la Fundación Miguel Ángel Blanco han iniciado este proyecto de investigación para sacar a la luz el contenido de esas cartas y el espíritu que yace en las cartas.

Miles de ciudadanos escribieron una carta la familia «tanto de España como del extranjero porque sintieron la necesidad de decirles que la historia de Miguel Ángel les había tocado».

El asesinato de Miguel Ángel conmocionó a todo el país que pudieron conocer durante esas 48 horas quién era ese joven concejal de Ermua del Partido Popular que había secuestrado ETA.

Miles de cartas, dibujos, postales «en las que la gente muestra a corazón abierto lo que supuso para ellos el asesinato de Miguel Ángel». Así a través de esas cartas escritas a puño y letra por una sociedad conmocionada.

«Es una cápsula del tiempo» que ha permanecido cerrada sin que nadie lo haya tocado. Jiménez siente que «es como asomarse a una ventana de ese año para ver cómo impactó ese asesinato».

Un momento que marcó la historia

En ese momento, la sociedad se volcó de tal forma con la historia de Miguel Ángel Blanco que «no bastaba con acudir a la manifestación de su pueblo o de su ciudad».

Una empatía que se produjo porque la víctima podría «ser cualquier persona: tu vecino, tu hijo, tu hermano», algo que hizo que la gente lo sintiese «como algo propio», y eso «no había ocurrido con otras víctimas porque se llegaba al momento del asesinato».

Todo ese sentir se plasmó en las cartas que llegaban a la familia y que expresaban todo el amor y toda la empatía con el dolor y el sufrimiento que estaban atravesando después de que ETA asesinara y arrebatara para siempre a Miguel Ángel.

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