Ensamblando tres vendimias excepcionales así consiguen recrear la añada perfecta
Gastronomía
El champagne de los millonarios
Ya eres del club de los millonarios, bebe su champagne
Vaya por delante que el cava y los distintos espumosos españoles no tienen nada que envidiar al champagne francés. He bebido uno de Noc en los Montes de Toledo, otro de Pago Guijoso en Albacete y un Cava Cum Laude de Bodejas. Riojanas que elaboran en el Penedés que, sin tener tanto bombo y platillo son estupendos. Lo digo antes porque voy a ir al centro de la galaxia de la burbuja. A donde todo nació y de donde adquirió su nombre la bebida descubierta por un monje, a la región de Champagne.
Posiblemente si en la localidad de Reims se pusieran a saltar unas manadas de elefantes, se hundirían, ellos, su bonita catedral donde se han coronado treinta y tres reyes franceses y el pueblo en sí. Todo su suelo está hueco, lleno de cuevas donde descansan millones de botellas y de cubas.
Yo me instalaría en esta casa, la de Alexandra, Stephanie y Lucie de Nonancourt, porque la familia es exquisita, tanto que hablan español divinamente y han sido un matriarcado casi siempre, lo que les añade un rasgo extra de cultura. Mi camino se detiene en una casa que tiene más de doscientos años de convivencia con las burbujas. Dicen que quien busca algo exquisito recurre a ellos a Laurent-Perrier. Sé que para Ortega Cano su máximo de lujo era el descorche de un Moët, pero en casa no toreamos.
Es la única «maison» cuya añada más prestigiosa la consiguen ensamblando tres vendimias excepcionales así consiguen recrear la añada perfecta. Cuando alguien lleva esperando toda la vida a que le toque el Gordo de Navidad, el del Niño o cuando en Navidad tiene mucho que celebrar, no se puede brindar con cualquier bebida burbujeante.
No, porque si es algo único, también debería serlo celebrarlo con algo único y pagarlo como algo que nunca te ha ocurrido. Esa primera vez es para siempre y de ahí que los 380 euros que cuesta un Grand Siècle nº23, elaborado con añadas de los años 2002, 2004 y 2006, cuando te han tocado los millones del Eurobote o de la Lotería sean parte del peaje de entrar en el club de los millonarios y de saber apreciarlo. Si solo ha sido un buen pellizco del segundo premio, tienes las burbujas de la consolación, las del nº25 con las añadas de 2006, 2007 y 2008 y sus 171 euros.
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