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29 de abril de 2024

Los niños necesitan

Los niños necesitan de 8 a 10 horas de sueño diarioUnsplash

Sueño infantil

Cómo ayudar a los niños a dormir todo lo que necesitan, según Harvard

El sueño es el alimento del cerebro. Para tener un buen desarrollo neurológico los niños, a partir de los dos años, deberían dormir una media de 13 horas diarias. La recomendación va bajando a medida que los niños son más mayores hasta llegar a las 10 horas al día cuando tienen entre 6 y 10 años, con la diferencia de que ya no necesitan siestas.
Cuando los horarios no se cumplen, los pequeños, para quien cada día es un nuevo reto, no están lo suficientemente descansados para afrontar una nueva jornada, pero lo que es más importante: no han terminado de asimilar todo lo que aprendieron en la anterior.

Un horario regular

Junto con la nutrición y la actividad física, el sueño es el tercer pilar para una vida saludable. Sin embargo, sobre todo en los primeros años, puede convertirse en una pelea para padres conseguir que sus hijos duerman. Para ayudarles, desde Harvard Medical School dan tres simples claves.
La primera de ellas es establecer un horario regular. El hombre es un ser de costumbres y esto es algo que ya se ve desde niños. Tener una hora fija de meterse en la cama, aunque al principio pueda generar alguna que otra pelea, es lo que hará que después el hábito vaya cogiéndose de manera automática.

Dejar las pantallas

Es ya bien sabido que las pantallas antes de dormir provocan insomnio. La luz de los dispositivos altera la melatonina y dificulta la conciliación del sueño. Por ello, es mejor dejarlas dos horas antes de que el niño vaya a irse a la cama. Puede utilizarse el momento del baño y de la cena para dejar de utilizarlas hasta el día siguiente.
Puede ser más sencillo en niños de menor edad, que no tienen dispositivos propios. Ya en edades adolescentes, la opción de McCarthy es dejar todos los dispositivos fuera del dormitorio como forma de lograr que las pantallas estén apagadas durante la noche.

Un ambiente de calma

Fomentar el sueño no tiene solo que ver con lo cansado que uno esté o con la hora a la que se vaya a acostar. En el caso de los niños, a los que en muchas ocasiones les puede más la curiosidad de lo que pasa a su alrededor que dormirse, por muy cansados que estén. Por ello, una vez el niño se ha metido en la cama, McCarthy recomienda que si los padres van a poner la televisión, que sea a un volumen bajo, y que traten de no hacer mucho ruido una vez el niño se haya acostado.
Pasadas unas horas, en cuanto llega el amanecer, muchos niños se despiertan y les es difícil volver a conciliar el sueño, para lo que McCarthy recomienda el simple acto de colocar unas cortinas o bajar la persiana, que también ayudará a todos aquellos niños a los que les cuesta dormir cuando en la calle no está completamente oscuro y les entre la luz de una farola por la ventana.
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