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20 de abril de 2024

María Rezza y Dmitri Muratov recogen el Premio Nobel de la Paz

María Rezza y Dmitri Muratov recogen el Premio Nobel de la PazAFP

Premio Nobel de la Paz

Premio Nobel de la Paz: quiénes son María Rezza y Dimitri Muratov, los periodistas premiados que esquivan la cárcel

María Rezza y Dimitri Muratov recibieron el Premio Nobel de la Paz en reconocimiento por su trabajo en favor de la libertad de expresión y de prensa a pesar de los intentos de acallar sus voces con amenazas de cárcel y de muerte

Dos periodistas perseguidos y amenazados en sus países, la filipina María Rezza y el ruso Dimitri Muratov, recibieron este viernes en Oslo el Premio Nobel de la Paz.
El jurado premió a ambos periodistas por su defensa de la libertad de expresión y de prensa, una defensa que les ha obligado a tener que esquivar la cárcel e incluso amenazas de muerte.
El Comité Noruego del Premio Nobel de la Paz consideró que ambos periodistas «participan en una guerra en la que la palabra escrita es su arma, donde la verdad es su objetivo y donde toda exposición a los abusos de poder es una victoria».

María Rezza

En el ejercicio de su libertad de expresión, María Rezza se convirtió en una periodista incómoda para el gobierno de Rodrigo Duterte en Filipinas al denunciar el abuso de poder, la violencia gubernamental y el auge del autoritarismo en su país.
En 2012 fundó el sitio web de noticias de investigación Rappler. Uno de sus trabajos de investigación que mayores problemas le ocasionó denunciaba la política de asesinatos en la campaña gubernamental anti drogas.
En su investigación, Rezza también documentó cómo la difusión de noticias falsas por medio de las redes sociales se empleaba como estrategia para desprestigiar a políticos opositores y para manipular la opinión pública.
Para tratar de silenciarla, María Rezza ha sido víctima de una campaña de desprestigio con insultos, acoso, amenazas y violencia. María Rezza recibió numerosas amenazas de muerte por el ejercicio de su profesión, incluso por parte del presidente Duterte desde la televisión pública filipina. En Filipinas, desde 1992, han muerto 87 periodistas cuando realizaban su trabajo.
En su discurso ante los miembros del Comité Noruego del Premio Nobel de la Paz, María Rezza recordó que desde que Rodrigo Duterte accedió al poder en 2016, han muerto en Filipinas 22 periodistas. El último, su compañero Jess Malabanan, asesinado a tiros hace dos días.
Recordó también que «en los últimos 2 años, el gobierno filipino ha dictado 10 órdenes de arresto en mi contra. He tenido que pagar 10 veces la fianza por hacer mi trabajo. El año pasado, a un antiguo colega y a mí, nos condenaron por un delito cibernético por un artículo publicado hace ocho años, en un momento en el que la ley que supuestamente violamos ni siquiera existía. Los cargos a los que debo hacer frente podrían llevarme a prisión 100 años».

Dimitri Muratov

Dimitri Muratov es uno de los principales defensores de la libertad de expresión en la Rusia de Putin. Es uno de los fundadores del diario Novaia Gazeta. Desde este medio independiente, Muratov ha denunciado el creciente autoritarismo en Rusia y se ha erigido como una de las pocas fuentes rusas fiables de información al ejercer el periodismo con profesionalidad e integridad.
Muratov alcanzó notoriedad por sus reportajes sobre casos de corrupción y la violación de derechos humanos en Chechenia. Incluso se le ha acusado de ser un «agente extranjero» con el objetivo de deteriorar la integridad nacional de Rusia.
Al igual que María Rezza, Dimitri Muratov también ha sido víctima de una campaña mediática que trataba de ridiculizarlo, desautorizarlo y amedrentarlo.
Pero el acoso contra la libertad de expresión de Muratov y su medio fueron más allá. Seis periodistas de Novaia Gazeta murieron asesinados.
En su discurso al recoger el premio, Muratov subrayó que «somos periodistas, y nuestra misión es clara: establecer una distinción entre hechos y ficción».
«Los datos hablan por sí solos», continuó. Lamentó que «el periodismo en Rusia se encuentra en un oscuro valle. Cientos de periodistas, medios de comunicación, defensores de los derechos humanos y trabajadores de ONG han sido, recientemente, etiquetados como agentes extranjeros. En Rusia eso significa ‘enemigos del pueblo’. Muchos de nuestros colegas han perdido su trabajo. Muchos han tenido que abandonar el país».
Antes de terminar su discurso aseguró que «este premio es para el verdadero periodismo. Este premio es para mis colegas de Novaia Gazeta que han perdido sus vidas». «Este premio es también para los colegas que están vivos, para la comunidad profesional que cumple con su deber». 
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