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24 de abril de 2024

Zelenski, este miércoles, durante un discurso a la Nación

Zelenski, este miércoles, durante un discurso a la NaciónPresidencia de Ucrania

Guerra Ucrania-Rusia  Zelenski advierte de que todo el Donbás se decide en Severodonetsk

Rusia avance lenta pero firme en la toma del Donbás y amenaza con hacer sucumbir completamente la región de Lugansk con el control de su última ciudad importante, donde resisten las tropas ucranianas mediante la guerra de guerrillas

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, avisó este miércoles de la importancia vital de la resistencia de la ciudad de Severodonetsk –actualmente asediada por Rusia– para que se decida el transcurso de la guerra. «La batalla por Severodonetsk es probablemente una de las más difíciles de esta guerra y, en particular, allí se decide el destino de Donbás», advirtió anoche el líder ucraniano en un nuevo vídeo dirigido a la Nación.
El Donbás es la pieza del tablero más codiciada por Vladimir Putin. De mayoría rusófona, y con un relevante apoyo entre su población hacia Rusia, el Donbás fue el único territorio al que se refirió el líder ruso el pasado 24 de marzo, en el discurso en el que anunciaba la «operación militar especial» con la que daba inicio a la invasión de Ucrania.
Los combates en esta región se han acentuado desde que el exagente del KGB decidió introducir a sus tropas en el país vecino, bajo el pretexto de «desnazificar» y «desmilitarizar» Ucrania, así como «liberar» el Donbás. Y, principalmente, desde el inicio de la llamada «segunda fase» de la operación militar en la vecina república exsoviética.
Sin embargo, el conflicto en el territorio conformado por las regiones de Donetsk y Lugansk –territorios independientes establecidos por repúblicas populares, según Rusia, y provincias rebeldes, según Ucrania– lleva desarrollándose, en etapas de diversa intensidad, desde 2014, tras el Euromaidán.
El mayor avance del Ejército ruso en estos dos òblast fue la toma de la devastada Mariúpol, una ciudad que en su día contaba con casi medio millón de habitantes. Según la prensa local, las autoridades locales legales, que no de facto, señalan que las acciones bélicas rusas han dejado un reguero de cadáveres insoportable, que, en ocasiones, cuando no están momificados, son directamente arrojados a vertederos. Las cifras ucranianas hablan de que bajo los escombros de dos de cada cinco edificios se encuentran, de media, entre 50 y 100 cuerpos.
Ahora este mismo horror, u otro muy parecido, asola Severodonetsk. El Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania informaba este miércoles de que en su camino hacia esta ciudad «los ocupantes rusos dispararon contra la infraestructura civil en las áreas de los asentamientos de Privilege, Severodonetsk, Lysychansk, Voronovo, Toshkivka, Gorske y otras localidades».

Choques sin un ganador claro

En Severodonetsk, que tiene una población de poco más de 100.000 habitantes, resisten 10.000 combatientes ucranianos que, como el resto de la población afín a la causa ucraniana, temen que la localidad acabe como Mariúpol o, mucho peor, sirva para que las tropas rusas acaben de tomar toda la región de Lugansk, lo que supondría toda una victoria moral para las mermadas tropas rusas, que podrían haber sufrido entre 10.000 y casi 30.000 bajas.
En un principio, a finales de mayo, éstas atacaron con fuerza el municipio y sus alrededores, lo que hacía presagiar lo peor para los militares ucranianos. Sin embargo, el Ejército Ucraniano y los milicianos han logrado expulsar paulatinamente a los efectivos rusos de algunas posiciones y aguantan la embestida mediante la guerra de guerrillas.
Ucrania, al contrario que hizo con Mariúpol –a la que se dio desde muy pronto prácticamente por perdida, renunciando a enviar más tropas– ha reforzado su defensa en Severodonetsk, consciente de que el país no puede permitirse perder otro eje central del Donbás si quiere mantenerlo bajo su soberanía. Algo que cada vez parece más difícil, a tenor del lento pero constante avance ruso.
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