El presidente de Túnez, Kais Saied, acusó a la inmigración ilegal de africanos subsaharianos de intentar cambiar la demografía del país. En una reunión con el Consejo de Seguridad Nacional, Saied afirmó que había que poner fin rápidamente a la afluencia de inmigrantes irregulares a Túnez.
«El objetivo no declarado de las sucesivas oleadas de inmigración ilegal es considerar a Túnez un país puramente africano que no tiene ninguna afiliación con las naciones árabes e islámicas», aseguró.
El país del norte de África soporta un fuerte flujo de inmigrantes, ya que supone uno de los principales puntos de tránsito de inmigrantes y refugiados que intentan cruzar el Mediterráneo para llegar a Europa.
Saied además, acusó a algunos partidos, a los que no nombró, de haber acogido durante la última década a migrantes africanos en, Túnez a cambio de dinero. La situación «es anormal», enfatizó. Existe un acuerdo criminal «preparado desde principios de siglo» para cambiar la composición demográfica de Túnez, denunció.
El presidente tunecino se ha propuesto «poner fin» al fenómeno de la inmigración ilegal. Un problema que se intensifica a medida que la situación económica y de seguridad en los países del Sahel es cada vez más catastrófica.