El presidente de China Xi Jinping y el presidente Luiz Inació Lula da Silva de Brasil en Pekín
Xi Jinping corteja a Lula con la vista puesta en el comercio en yuanes como alternativa al dólar
el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva fue recibido este viernes por el presidente chino Xi Jinping en una ceremonia con alfombra roja ante el Gran Salón del Pueblo de Pekín, donde una banda militar tocó los himnos nacionales de Brasil y China.
El fastuoso recibimiento fue seguido de un encuentro privado entre ambos mandatarios y en el que Xi prometió a Lula que el desarrollo de China «abrirá nuevas oportunidades» para Brasil y el mundo.
«China buscará un desarrollo de alta calidad, acelerará la creación de un nuevo paradigma de desarrollo y promoverá una apertura de alto nivel. Esto abrirá nuevas oportunidades para Brasil y los países de todo el mundo», afirmó el comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores chino.
La agenda internacional
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Durante el encuentro, que duró unos 50 minutos, Xi aseguró que China y Brasil «son dos de los grandes países en desarrollo y dos importantes mercados emergentes. Nuestras relaciones son estables y están en constante desarrollo».
Lula, que acaba de cumplir 100 día al frente de Brasil, llegó a China para impulsar los lazos económicos con el principal socio comercial del país sudamericano y para afirmar que Brasil «está de regreso» a la escena internacional y en el que como primer paso intenta convertirse en mediador en la guerra de Ucrania.
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Lula aseguró al principio de su intervención que su Gobierno desea trabajar para que las relaciones entre China y Brasil «no sean únicamente de interés comercial».
«Queremos que trascienda más allá de lo comercial y que sea profunda, fuerte», dijo Lula quien agregó que espera que comprenda otros sectores como el cambio climático, el uso de energías limpias, la tecnología o realizar esfuerzos para cumplir los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU.
El Yuan frente al dólar estadounidense
Lula y Xi presidieron la firma de 14 acuerdos para estrechar lazos en el área comercial, protocolos fitosanitarios, de tecnología, desarrollo, transición energética y otros ámbitos de colaboración en el marco de la asociación estratégica bilateral.
Entre los compromisos firmados destaca el de establecimiento de transacciones comerciales directas entre Brasil y China en yuanes, «sin necesidad de dolarización», así como la construcción del sexto satélite fabricado entre ambas naciones, el CBERS-6.
Precisamente el miércoles, el banco comercial más grande de China, Industrial and Commercial Bank of China (ICBC), procesó la primera transacción financiera internacional en yuanes en su sucursal de Brasil marcando un paso significativo en la «globalización del yuan».
De acuerdo a los propagandistas del régimen de Pekín, se espera que las transacciones financieras en yuanes «impulsen la recuperación económica y comercial regional en la era posterior a la COVID-19 y ayuden a las empresas a encontrar una alternativa más confiable al dólar estadounidense en su búsqueda de acuerdos transfronterizos más seguros» anotó el Global Times, el diario estatal chino de referencia.
Finalmente, antes de regresar a Brasil, Lula participará en la ceremonia de toma de posesión de la que fuera su sucesora en el cargo entre 2011 y 2016, Dilma Rousseff, como nueva jefa del banco de fomento de los BRICS, el foro que el país integra junto a Rusia, India, China y Sudáfrica.
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