La lista de suicidios de opositores a Putin se dispara: con Starovoit ya son más de medio centenar

Desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022, en Rusia se han disparado las muertes de oligarcas y políticos cercanos al eterno presidente ruso, Vladimir Putin, en extrañas circunstancias. En la mayoría de los casos, se ha dado carpetazo a estos fallecimientos sin muchas explicaciones, asegurando que se trataba de suicidios. A esa extensa lista se sumó este lunes la muerte del recién destituido ministro de Transportes ruso, Román Starovoit.

Con la de Starovoit ya van más de medio centenar y, además, se trata del tercer fallecimiento en los últimos tres días de altos funcionarios rusos en circunstancias aún sin esclarecer. Putin había destituido de su cargo a Starovoit tan solo unas horas antes de que las autoridades del país encontraran su cuerpo sin vida junto a una nota de suicidio. El exministro de Transportes afrontaba, según apuntaron medios rusos, cargos por corrupción que podían suponer una pena de hasta 20 años de cárcel. Aun así, las últimas informaciones se contradicen y no llegan ni a ponerse de acuerdo sobre cuándo sucedió la muerte.

Estas muertes en extrañas circunstancias no son exclusivas de estos tres últimos años, coincidiendo con la guerra en Ucrania, sino que, desde que el exespía de la KGB accedió al poder en el año 2000, se han vuelto cotidianas en el día a día de los rusos. Todo aquel que suponga una amenaza para el mandatario ruso es objeto de sufrir un terrible destino: la muerte o la cárcel. Esta represión se ha vuelto aún más cruenta desde que Putin lanzara su «operación militar especial» contra el país vecino.

Caídas desde las alturas

Entre las causas más habituales pergeñadas por el Kremlin están las «descuidadas» caídas desde las alturas. Así fue en el caso de Marina Yankina (58 años), funcionaria del Ministerio de Defensa, que murió en febrero de 2023 al caer desde un piso 16, mientras que el juez federal Artyom Bartenev (42) sufrió la misma suerte al precipitarse desde una altura de 12 pisos. A esta lista también podemos sumar a la exjueza Natalia Larina (50), al vicepresidente de Transneft, Andrey Badalov (62), que se cayó de un edificio de la capital rusa en julio de 2025 dejando una nota de despedida, o a Pavel Antov (65), político ruso y crítico con la invasión, que falleció en diciembre de 2022 en la India al caer por la ventana de su hotel.

Oligarcas rusos y empresarios

El selecto grupo de oligarcas rusos también ha visto cómo desafiar al Kremlin puede salir demasiado caro. En enero de 2023, el directivo de Roscosmos/Lukoil Dmitry Pavochka (49 años) murió en un incendio en su casa, tras quedarse dormido con un cigarrillo encendido. Una muerte mucho más rocambolesca, pero que las autoridades rusas también despacharon como un suicidio, fue la de Yuri Voronov (61), CEO de Astra-Shipping, contratista de Gazprom –la mayor empresa de gas rusa–, que fue localizado en la piscina de su casa en julio de 2022 con un disparo en la cabeza. A su lado se encontró también el arma que supuestamente utilizó para quitarse la vida.

De vuelta a las caídas sospechosas, el presidente de Lukoil –compañía rusa de petróleo y gas–, Ravil Maganov (67), murió en septiembre de 2022 al caer de una ventana de un hospital en Moscú, donde se encontraba hospitalizado por problemas cardíacos. A él le sucedieron otros altos cargos de la petrolera, como su vicepresidente, Vitaly Robertus, en marzo de 2024, y el directivo Alexander Subbotin. Un caso aún sin resolver es el de Anton Cherepennikov (40), CEO de ICS Holding –empresa relacionada con la vigilancia del Estado–, que fue hallado muerto en su oficina en julio de 2023, sin que hayan trascendido más detalles.

Figuras políticas y militares

Sin duda, la muerte que más titulares acaparó fue la de Yevgueni Prigozhin, fundador del Grupo Wagner, que jugó un papel decisivo en los primeros años de la invasión rusa de Ucrania. Sin embargo, en los meses previos a perder la vida en un accidente aéreo, en agosto de 2023, Prigozhin había criticado duramente las políticas del Ministerio de Defensa ruso y llegó a culpar al propio Putin de las derrotas en el campo de batalla frente al Ejército ucraniano.

Lo que terminó de colmar el vaso fue el fallido intento de golpe de Estado liderado por Prigozhin y su grupo de mercenarios. Un mes después de la asonada, el avión privado en el que viajaba el fundador de Wagner desde Moscú a San Petersburgo se estrelló, matando a diez personas, incluido el propio Prigozhin.

El opositor ruso Alexéi Navalni también ha sido víctima de la represión del Kremlin. Condenado a pasar el resto de su vida en una remota cárcel de Siberia, Navalni falleció de manera repentina en febrero de 2024 en la penitenciaría donde cumplía condena, un mes después de sugerir que se presentaría a las elecciones de ese año frente a Putin. Las circunstancias de su muerte siguen siendo, ante todo, sospechosas.