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Celebración del Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad 2024, en el Teatro Real de Madrid

Sus cifras se leen exactamente igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierdaEduardo Parra | Europa Press

Lotería de Navidad 2025: por qué los números capicúas se agotan cada año antes del sorteo

La razón principal de esta obsesión colectiva no reside en la lógica probabilística, sino en la psicología humana y la estética

En el inabarcable universo de manías, rituales y supersticiones que envuelve al Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, existe un fenómeno que se repite con una precisión casi matemática año tras año, y este 2025 no ha sido una excepción: la fiebre desmedida por los números capicúas.

Estos billetes, caracterizados porque sus cifras se leen exactamente igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda —como el 15.551 o el 28.882—, son sistemáticamente los primeros en colgar el cartel de «agotado» en las ventanillas de las administraciones más famosas.

La razón principal de esta obsesión colectiva no reside en la lógica probabilística, sino en la psicología humana y la estética. Para el comprador habitual, el capicúa posee una armonía visual, una simetría y una sensación de «perfección» o equilibrio que lo hace irresistible frente a otros números que el cerebro percibe como «feos», desordenados o carentes de gracia.

Aunque la estadística se esfuerza en recordar que todos los números dentro del bombo, desde el 00000 al 99999, tienen idénticas probabilidades de salir —exactamente una entre cien mil—, la creencia popular les atribuye un aura magnética especial, casi mística.

Muchos jugadores sienten que estas cifras redondas están «tocadas» por la fortuna, convirtiéndolas en objetos de deseo que suelen desaparecer meses antes de diciembre. A esta percepción mágica se suma un factor de exclusividad tangible: la escasez. Dentro de la totalidad de los números que entran en juego, la cantidad de combinaciones que resultan ser capicúas es porcentualmente muy reducida en comparación con los números convencionales.

No existe ningún premio específico

Es importante destacar una curiosidad que a menudo pasa desapercibida para el gran público: a diferencia de lo que ocurre en otros sorteos de la ONCE o loterías semanales, en la Lotería de Navidad no existe ningún premio específico ni categoría especial para los capicúas.

El reglamento no estipula ninguna recompensa extra por esta simetría numérica, por lo que un capicúa que no resulte premiado por los cauces habituales (premios mayores, pedreas o terminaciones) vale exactamente cero euros. Sin embargo, este dato racional no disuade a los compradores.

El valor del capicúa en Navidad es puramente emocional; se trata del trofeo de haber conseguido un número «bonito» y difícil de hallar, alimentando la ilusión de que la belleza estética del boleto atraerá inevitablemente a la suerte cuando los bombos empiecen a girar.

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