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24 de abril de 2024

Mario Fiorentini

Mario FiorentiniAFP

Mario Fiorentini (1918-2022)

Pesadilla de los nazis en la Roma ocupada

Héroe de la Resistencia italiana, lideró la legendaria unidad partisana «Antonio Gramsci»

Mario Fiorentini
Nació en Roma el 7 de noviembre de 1918 y falleció en la misma ciudad el 9 de agosto de 2022

Mario Fiorentini

Líder partisano entre 1943 y 1945, era el más condecorado de sus compañeros de combate: estaba en posesión de tres medallas de plata al valor militar y de tres cruces al mérito de guerra.

Hacia las 12:30 del 28 de diciembre de 1943, Mario Fiorentini, de 25 años y comandante de la sección «Antonio Gramsci» de los Grupos de Acción Patriótica, lanzó, subido en una bicicleta, un paquete de dos kilos de TNT hacia el portón de entrada de la cárcel romana de Regina Coeli, justo cuando una veintena de soldados alemanes realizaban el preceptivo cambio de guardia.
El balance inicial fue de cinco muertos y veinte heridos. Otros dos fallecerían en menos de tres semanas.
Fiorentini, por su parte y cubierto por sus compañeros –entre los que se encontraba Lucia Ottobrini, su novia y futura mujer–, logró escapar de los disparos de represalia, procedentes del primer piso de la cárcel. Al día siguiente, el mando militar alemán emitió una orden que prohibía el uso de bicicletas en Roma.
Como señalaba ayer Il Corriere della Sera, el objetivo era, «obviamente, atacar a los nazis, pero también hacer sentir a los dos antifascistas encarcelados [los futuros presidentes de la República Giuseppe Saragat y Sandro Pertini] que la Resistencia en Roma seguía fuerte y activa».
Lo estaba con creces: diez días antes del episodio de Regina Coeli, Fiorentini y los suyos acabaron con la vida de otros ocho soldados alemanes que salían del cine Barberini.
Tres meses más tarde, en cambio, motivos de seguridad impulsaron a los jefes partisanos de Roma a excluir a Fiorentini de la ejecución del atentado de Vía Rasella, en cuya planificación había participado.
La acción, llevada a cabo el 23 de marzo de 1944, se llevó por delante a 33 soldados alemanes y a dos civiles italianos. Los ocupantes reaccionaron en menos de 24 horas con el asesinato a sangre fría de 335 italianos en las Fosas Ardeatinas. Todos habían sido seleccionados al azar.
Preguntado hace diez años sobre si había medido las consecuencias que podría acarrear un atentado como el de la Vía Rasella, Fiorentini respondió que no se había enterado de la represalia [de las Fosas Ardeatinas] hasta el día 26, pero que, en cualquier caso, el peligro de represalias era constante y que el no haber actuado «habría sido un error».
Sí que tuvo que admitir fallos, como el intento de asesinato del general Stahel, máxima autoridad militar alemana en Roma o el de un ministro de la República de Saló, el Estado fantoche creado por Mussolini tras su destitución.
Con todo, la «Antonio Gramsci» cumplió con creces su objetivo principal de convertir en un infierno para el ocupante alemán su presencia en Roma. De ahí que, una vez liberada la Ciudad Eterna, la inteligencia norteamericana fichase a Fiorentini, y le dotase de medios, para proseguir la Resistencia en el norte de Italia.
Fue el final de una aventura que comenzó el 9 de septiembre de 1943, horas después de la invasión alemana de Italia, cuando Fiorentini, que podía exhibir algo de militancia antifascista, entró por primera vez en combate en la Puerta de San Pablo. Perdió.
Pero cinco semanas más tarde, cuando los alemanes iniciaron la redada antijudía de Roma, Fiorentini –cuyo padre pertenecía a la confesión perseguida– logró salvarse atravesando los tejados. Su madre hizo lo propio sobornando a una soldado con las joyas de la familia.
Tras la guerra, Fiorentini reunía los requisitos para emprender una carrera política. Prefirió la de matemático.
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