Un buen principio
La distancia entre Tiblis – Tibilisi-, y Chechenia es considerable. Consiguió la documentación y retrasó su vuelta, fue juzgado de alta traición y murió seis meses después en la prisión de Snárbiga, y enterrado en el cementerio de Stoniev. Nada de esto aparece en internet y ello me resulta tan injusto como chocante
Como es de sobra conocido, el famoso realizador y actor ingusetio, Vladimir Birodka nació en Tiflis el 9 de agosto de 1923. Solicitó su pasaporte de ciudadano libre de la URSS el 6 de septiembre de 1974 en premio a su lealtad al movimiento obrero. No obtuvo el pasaporte porque le quedaban cinco días para cumplir la prueba de confianza. Su ilusión no era otra que salir de Tiflis un par de días para viajar a Chechenia a conocer a su centenaria madre, a la que no conocía. La distancia entre Tiblis – Tibilisi-, y Chechenia es considerable. Consiguió la documentación y retrasó su vuelta, fue juzgado de alta traición y murió seis meses después en la prisión de Snárbiga, y enterrado en el cementerio de Stoniev. Nada de esto aparece en internet y ello me resulta tan injusto como chocante. Injusto porque no es justo, y chocante porque choca con los ideales del mundo obrero pijo que ahora le dicen woke. Síntesis de una vida entregada al PCUS sin ningún detalle de agradecimiento. Pero frecuentemente salta la sorpresa. En el Nuevo Testamento de Carulla se poetiza con el Nacimiento del Salvador de esta manera tan preciosa y precisa.
Nació en un pesebre.
¡Cuando menos se espera
Salta la liebre!
Tenía la intención de dedicar este texto, una vez más a los sinvergüenzas de la flotilla o a los sinvergüenzas que la financiaron con el dinero de los que estamos de la flotilla hasta el yeyuno. Pero hojeando un libro de mi niñez titulado Chiribín me he topado con esta historia que se metió en mi memoria a los seis años. Y creo que he acertado, porque los forajidos siempre acaban cansando. Y las forajidas, que han florecido como las flores de otoño, que sinceramente, las ignoro.
En Chiribín el cuento termina mal. Sus abuelos han solicitado la repatriación de sus restos, pero el Gobierno ha respondido que un Gobierno potente y líder en influencias, se puede dedicar a traer gilipollas a España pero no restos mortales de españoles fallecidos fuera de nuestras fronteras. Le han fallado desde Manuel Azaña a Antonio Machado, que eran sus dos tricolores detenidas enterradas en el sur de Francia, tan cerca y tan lejos, como los de Federico, que descansa en España en un lugar que sólo conoce su familia.
Reconozco que el artículo me ha salido raro, pero en la mañana de hoy no me daba la cabeza para más.
Mañana sí se presenta interesante. A ver si el juez, aunque sólo sea por su desprecio a la Justicia, nos acerca a la nena a la sierra.