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Cosas que pasanAlfonso Ussía

El penetra

En una fiesta familiar a la que estaba invitado Pelé, el hijo de los anfitriones aprovechando que Pelé y do Carmo conversaban en un rincón del salón, se acercó a ellos para que el gran futbolista le firmara un autógrafo. Y lo firmó el penetra, sin ningún tipo de consideración

En Brasil tiene mucha importancia la figura del penetra. Los penetras son aquellos que se cuelan en las mejores fiestas y recepciones de embajadas. Un gran festejo sin penetra prestigioso pierde toda su importancia social. El penetra distinguido cobra por asistir allá donde no ha sido invitado. Un penetra de verdad jamás acepta una invitación, y es recibido como si fuera el rey de la casa. El penetra está obligado a moverse con y entre los invitados con la naturalidad de los ilustres, y hay muchos brasileños que ignoran ser hijos de penetras. Un penetra flojo y acomplejado, un penetra inseguro, pierde toda su credibilidad y acostumbra a oír a su paso toda suerte de desprecios. El más famoso penetra de Río de Janeiro, Fredo Do Carmo, superó las mil doscientas penetraciones, y en la toma de posesión como presidente de Brasil de Balsemao, el presidente retrasó la hora del acontecimiento porque Fredo do Carmo llegó tarde. En una fiesta familiar a la que estaba invitado Pelé, el hijo de los anfitriones aprovechando que Pelé y do Carmo conversaban en un rincón del salón, se acercó a ellos para que el gran futbolista le firmara un autógrafo. Y lo firmó el penetra, sin ningún tipo de consideración.

Esa seguridad del penetra con clase y prestigio, se convierte en desconcierto y titubeo cada vez que Sánchez acude a una recepción del Rey. Hace el ridículo, y esta vez, con motivo de la Fiesta Nacional, con motivo del día del Pilar, ha asistido sin su mujer por si algún guardia civil le ponía los hierros aprovechando que deslizaba su mano en pos de un canapé. El penetra es muy de croquetas. Estuvo durante el desfile separado de la humanidad 300 metros, oyó todo lo que tenía que oír, saludó al Rey con desgana, y se largó por una cita importantísima que había cerrado el primero de la recepción, por no fallar a sus compis del Estudiantes que le entregaban una placa conmemorativa de la decimotercera canasta que metió en el aro del rival.

Ha sido un mal penetra. Penetra del Gobierno sumando apoyos de comunistas, terroristas y separatistas. Ha sido un mal penetra en La Moncloa. Los penetras educados no llegan a un lugar que no les corresponde y se pasan siete años destrozando lo que hicieron sus antecesores. Un penetra nunca se hace a la medida pantalones pitillo, ni tiene al maquillador de la familia Monster. La risa forzada desvela la gran inseguridad del penetra que no conoce ni los motivos de su presencia en actos reales. El Rey en calzoncillos es más elegante que Sánchez con un frac que parece confeccionado por el sastre de Nostradamus.

El penetra da la cara. Sánchez es el prototipo del cobarde.

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