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27 de abril de 2024

El Papa Francisco durante la Misa Crismal de este Jueves Santo en el Vaticano

El Papa Francisco durante la Misa Crismal del Jueves Santo de 2023 en el VaticanoEFE

¿Qué es la Misa crismal? Una liturgia propia para el Jueves Santo

Un documento de principios del siglo III, la Tradición apostólica, habla con claridad de la bendición de los óleos y recoge algunas oraciones que se siguen empleando en la liturgia

Dentro de la Semana Santa tiene lugar, en las catedrales, una celebración especial que preside el obispo: se trata de una misa en la que se realizan la bendición de los óleos que luego se van a emplear para la administración de los sacramentos y algún sacramental (óleo de los catecúmenos, óleo de los enfermos y crisma).

Lo que es la Misa crismal

Como ya hemos indicado, es una misa con su liturgia propia (oraciones y lecturas) en la que el obispo de una diócesis bendice los óleos. El día señalado para su celebración es, desde la antigüedad, la mañana del Jueves Santo. Sin embargo, por cuestiones prácticas, como es facilitar la participación de los sacerdotes y los fieles, se puede anticipar a otros días de la Semana Santa: lunes, martes o miércoles. Esta posibilidad se ha extendido en muchas diócesis y, también, en España.
El motivo de su celebración en la Semana Santa es, por una parte, su conexión con los sacramentos, que brotan del misterio pascual: la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. Por otra parte, poder disponer de los óleos y el crisma en la Vigilia Pascual, cuando se administra el bautismo y la confirmación a los nuevos cristianos.

Algunos datos de la historia

El empleo del aceite con un sentido religioso se da en diversas religiones. Dentro del Antiguo Testamento lo encontramos para constituir sacerdotes y reyes; también aparece con un sentido curativo.
En el Nuevo Testamento y en la práctica de la Iglesia, desde los tiempos apostólicos, se emplea en la Unción de los enfermos; también aparece en la iniciación cristiana (óleo de los catecúmenos y crisma) y en el sacramento del orden (crisma).
Un documento de principios del siglo III, la Tradición apostólica, habla con claridad de la bendición de los óleos y recoge algunas oraciones que se siguen empleando en la liturgia.
Los antiguos libros de oraciones de la liturgia Romana, como el sacramentario Gelasiano, también recogen esta celebración el Jueves Santo por la mañana. Así se ha mantenido en la liturgia Romana, aunque con algunos cambios en las oraciones y en las lecturas. Es una celebración que preside el obispo de la diócesis, a quien le corresponde bendecir los óleos y el crisma para la administración de los sacramentos.
Los óleos y el crisma se elaboran con aceite de oliva (en la actualidad, en el rito Romano, puede emplearse también otros aceites vegetales) y, en el caso del crisma, se le añaden aromas. Cada uno de los óleos y el crisma tiene su oración propia para la bendición.

La celebración actual

Después del Concilio Vaticano II, esta celebración ha tenido algunos cambios. Es verdad que se conservan los elementos tradicionales de la Misa crismal, pero se le añade un marcado sentido sacerdotal.
El Misal indica que «la Misa crismal que concelebra el obispo con su presbiterio ha de ser como una manifestación de la comunión de los presbíteros con él».
En esta celebración, después de la homilía, los sacerdotes renuevan sus promesas sacerdotales. El óleo de los enfermos se bendice antes de terminar la plegaria eucarística; la bendición del óleo de los catecúmenos y la consagración del crisma tienen lugar, por este orden, antes de la bendición final de la misa.
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