La primera ministra danesa, Mette Frederiksen
Dinamarca compensará con más de 40.000 euros a miles de mujeres inuit forzadas a usar métodos anticonceptivos
Además, el Gobierno danés ha dispuesto un procedimiento especial para las aproximadamente 150 mujeres que en 2024 interpusieron una demanda conocida como el caso Espiral
El Gobierno de Dinamarca, junto a una amplia mayoría del Parlamento danés, ha alcanzado este miércoles un acuerdo mediante el cual se compensará económicamente a las mujeres de Groenlandia que, entre 1960 y 1991, fueron sometidas a tratamientos anticonceptivos sin su consentimiento. Las afectadas recibirán una indemnización de 300.000 coronas danesas, lo que equivale a algo más de 40.000 euros, según ha informado el Ministerio de Interior y Salud.
En un comunicado oficial, la ministra Sophie Løhde ha calificado este episodio como «un capítulo oscuro» de la historia común entre Dinamarca y Groenlandia. La dirigente ha destacado las consecuencias tanto físicas como psicológicas que este suceso ha tenido para las mujeres groenlandesas, señalando que aún hoy siguen influyendo en la percepción que estas tienen del Reino de Dinamarca. «Lamentablemente, no podemos eliminar el dolor de las mujeres, pero la compensación ayuda a reconocer y disculpar las experiencias que han vivido», ha declarado Løhde, quien ha valorado de forma positiva el respaldo parlamentario a la medida.
La iniciativa contempla que esta ayuda económica se destine a mujeres inuit que recibieron anticonceptivos –en su mayoría dispositivos intrauterinos (DIU)– sin haber sido informadas ni haber dado su consentimiento. Esta práctica tuvo lugar durante el periodo en el que el sistema sanitario de Groenlandia era gestionado directamente por las autoridades danesas.
Según el acuerdo, las indemnizaciones podrán solicitarse a partir de abril de 2026. Para acceder a ellas, las solicitantes deberán justificar su caso y presentar una declaración jurada que confirme que se les administró algún método anticonceptivo sin su conocimiento. Como parte del proceso, se habilitará un programa de orientación comunitaria en la isla, con una duración de un año, destinado a brindar apoyo a las víctimas en la tramitación de sus solicitudes.
Además, el Gobierno danés ha dispuesto un procedimiento especial para las aproximadamente 150 mujeres que en 2024 interpusieron una demanda conocida como el caso Espiral. Este litigio afecta potencialmente a unas 4.500 mujeres y niñas groenlandesas. En estos casos, no será necesario presentar una solicitud individual para recibir la compensación, siempre que las demandantes cumplan los criterios establecidos, según ha precisado el Ministerio.
«No podemos cambiar el pasado, pero podemos aprender de él para no repetir los fracasos que estas mujeres han experimentado», ha enfatizado la ministra, quien también ha asegurado sentirse profundamente impactada por los testimonios recogidos.
Por su parte, el primer ministro groenlandés, Jens Frederik Nielsen, ha valorado positivamente la decisión: «Me alegro de que las mujeres que han sido tratadas de forma injusta y desigual hayan recibido un trato justo». No obstante, ha añadido que el proceso podría haberse desarrollado de forma más adecuada. Nielsen también ha remarcado que la relación entre Groenlandia y Dinamarca «contiene muchos errores» y ha recordado que aún se están investigando otros episodios del pasado.
Este paso supone un avance significativo en un asunto que cobró notoriedad pública el pasado mes de agosto, cuando la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, ofreció una disculpa formal a las víctimas. En su intervención, reconoció que estas mujeres fueron objeto de «discriminación sistemática» y «abusos» por parte del sistema sanitario danés durante décadas.
Frederiksen ya había pedido perdón anteriormente, en marzo de 2022, a seis menores inuit que fueron separados de sus familias en los años cincuenta y trasladados a Dinamarca como parte de un experimento social. El objetivo de dicha iniciativa era asimilarlos a la cultura danesa a través de su acogida por familias adoptivas del país.
Esta nueva medida de reparación se suma a los esfuerzos emprendidos en los últimos años para afrontar el legado colonial y los abusos cometidos en el marco de la administración danesa sobre Groenlandia, territorio que sigue formando parte del Reino pero que goza hoy de un alto grado de autonomía. Queda por ver cómo evolucionará el proceso de reconocimiento y justicia en los próximos meses, y qué respuesta suscitará entre la sociedad groenlandesa.