
Alberto Águeda, director de vigilancia y gestión de tráfico espacial de GMV
Entrevista | Alberto Águeda, director de vigilancia y gestión de tráfico espacial de GMV
Alberto Águeda, experto en tráfico espacial: «Si no monitoreáramos esta basura, se producirían muchos choques»
La empresa española GMV se ha consolidado como una de las entidades más concienciadas con el problema de la basura espacial
La basura espacial sigue siendo uno de los principales quebraderos de cabeza para las distintas entidades espaciales. Según las estimaciones de la Agencia Espacial Europea (ESA), actualmente hay más de 130 millones de objetos entre satélites no operativos, etapas de cohetes, restos de explosiones, partículas de óxido de aluminio y refrigerante, y restos desprendidos por la erosión de objetos espaciales. De entre esta larga lista, al menos 36.500 objetos tienen un tamaño superior a los 10 centímetros, y un millón entre 1 y 10 centímetros. Por ello, la puesta en marcha de proyectos que consigan eliminar los restos espaciales se antoja fundamental.
En este contexto, la empresa española GMV se ha consolidado como una de las entidades más concienciadas con este problema. Desde El Debate hemos abordado esta temática con Alberto Águeda, director de vigilancia y gestión de tráfico espacial de GMV.

Entrevista | Mariella Graziano, directora de estrategia y desarrollo de negocio de Ciencia, Exploración y Transporte de GMV
España, a la cabeza en gestión y defensa planetaria: «Parece que hay que irse fuera para hacer las cosas, y no»
–¿Cuáles son las principales funciones que llevas a cabo dentro de GMV?
–Soy director de Vigilancia y Gestión de Tráfico Espacial. Nos dedicamos básicamente a monetizar el estado del espacio, la basura espacial y los satélites que están alrededor de la Tierra y conseguir que no se produzcan colisiones entre ellos o evaluamos otros riesgos que existen para la infraestructura.
–¿Cuáles son los principales retos e iniciativas más inmediatas en lo que respecta a la vigilancia y gestión del tráfico espacial?
–Se llevan a cabo tres grandes actividades. Con respecto a la basura espacial, la primera es orientada a la prevención. Es decir, cómo hacer las operaciones de una manera adecuada para evitar que se genere más basura espacial. Desde GMV estamos aportando a la definición de tanto en las nuevas reglas o buenas praxis de comportamiento por parte de los operadores, como incluso marcos legales y estándares de comportamiento en el espacio. A día de hoy no existe una legislación a nivel mundial que sea de obligado cumplimiento para todos los operadores, sino que cada país es soberano de permitir a cada operador lanzar unos satélites desde su territorio y una vez que están en el espacio, pues es en un espacio compartido, con lo cual no hay una legislación única. Estamos trabajando o colaborando con iniciativas de la Agencia Espacial Europea, de entidades de estandarización para definir todas estas reglas y marcos legales que a futuro facilitarán o ayudarán a prevenir la proliferación de basura espacial. Ese es el primer paso.
El segundo se llama mitigación. Es decir, una vez que ya existe basura espacial en el espacio, lo que tenemos que intentar hacer es mitigar el impacto que esa basura espacial. Lo que hacemos es detectar objetos más allá de sensores, radares, telescopios, láseres, sensores de radiofrecuencia que hay en la Tierra y también en el futuro, también en el espacio.
A día de hoy no existe una legislación a nivel mundialDirector de vigilancia y gestión de tráfico espacial de GMV
Por último estaría la remediación. A día de hoy somos líderes europeos en este ámbito y hemos desarrollado el sistema civil español que contribuye a un sistema europeo de monitorización de basura espacial. A futuro lo que se espera es que seamos capaces de lanzar otros satélites que sean una especie de grúas espaciales. Desde GMV también estamos desarrollando mucha de esa tecnología para la próxima década.
–¿Cuál es el proyecto más inmediato?
–Con respecto a la remediación, estamos desarrollando lo que es un anclaje estándar, que se montarán en futuros satélites para que las misiones sean capaces de engancharse a eso y traerlos de vuelta a la Tierra. Es algo que se espera que esté disponible en los futuros satélites de la constelación Copernicus de observación de la Tierra de la Unión Europea.

Alberto Águeda, director de vigilancia y gestión de tráfico espacial de GMV
–¿Cómo valoras la influencia de de empresas como como SpaceX?
–A día de hoy SpaceX no está teniendo una contribución significativa al problema de la basura espacial, que es muy importante recalcarlo. No está generando basura cada vez que lanza un satélite, sino que en gran parte estos cohetes son recuperables. Cierto es que lo que se puede, digamos, poner en cuestión, es si es necesario lanzar tantos y tantos satélites para proporcionar los servicios que están proporcionando. Eso es lo que tal vez se puede poner en cuestión, pero no el hecho de que él esté siendo culpable de que haya una proliferación de basura espacial, porque no es así.
–En comparación con el resto de empresas, ¿en qué se distingue GMV?
–Yo diría que es esa capacidad de cubrir toda la cadena de valor. Es decir, tener sensores en monitorizar el espacio, desarrollar tecnología que a futuro sea capaz de eliminar basura espacial, es decir, crear una especie de solución que es capaz de dar respuesta a la problemática actual que con la basura espacial.
–¿Son realmente viables teorías como el 'Síndrome de Kessler' o es algo más propio de ciencia ficción?
–La creencia actual y la mayor parte de los estudios que se llevan a cabo en la actualidad dicen que no. Si no estuviéramos monitorizando esta basura y le dijéramos a un satélite qué debe hacer para evitar colisionar con ella, sí que se producirían muchos de esos choques. Es decir, el hecho de que haya más tráfico no necesariamente implica que haya más accidentes. Eso sí, lo que necesitamos es una regulación y unas normas claras que todo el mundo siga en el espacio.
SpaceX no está teniendo una contribución significativa al problema de la basura espacialDirector de vigilancia y gestión de tráfico espacial de GMV
–¿A qué se debe el volumen de basura espacial que existe actualmente?
–Digamos que hay cuatro fuentes. Primero, satélites que se abandonan. Se acaba su vida útil y cuando se le acababa el combustible, se abandonaba. La segunda fuente sería que una vez abandonado además ese satélite explote. La tercera sería que dos objetos o dos satélites colisionen en órbita de nuevo, generando a su vez muchísimos fragmentos.
Y la última es el hecho de que los seres humanos hemos llevado a cabo tests anti satélites. Es decir, deliberadamente se han lanzado un proyectil que ha destruido un satélite. Esto es lo que han hecho en el pasado. Americanos, rusos, indios y chinos. Algunos con más sensatez y otros con menos. Pero en cualquiera de los casos es poco recomendable y debería ser incluso punible.