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Yolanda Díaz, Antón Gómez-Reino (d) y Manuel Lago (i), en 2019

Yolanda Díaz, Antón Gómez-Reino (d) y Manuel Lago (i), en 2019EFE

Ministerio de Trabajo

Manuel Lago, el asesor que piensa por Yolanda Díaz

Trabajó en su día en el mundo sindical gallego con el padre de la hoy vicepresidenta y el pasado febrero fue promovido consejero de la empresa pública Navantia con polémica

Yolanda Díaz se ha convertido en una pieza fundamental del Gobierno. La ministra de Trabajo se ha erigido como el nexo entre PSOE y Podemos y es la figura más valorada del Ejecutivo, según el CIS. Tan incómoda como necesaria, ha ocupado un espacio elemental al que no ha llegado sola. De su mano camina Manuel Lago, su asesor más cercano, el artífice de gran parte de su ascenso y su gran suministrador de ideas.

Una de las primeras llamadas que Díaz realizó al ser elegida para el Ministerio de Trabajo fue la de Lago. La ministra y él habían coincidido anteriormente. Más que eso. Yolanda Díaz creció viendo cómo su padre, Suso Díaz, compartía una gran amistad con el que es ahora su asesor.

José Manuel Lago Peñas nació en Vigo en el año 1956 y es economista. Su trayectoria se ha desarrollado siempre ligada a la izquierda sindicalista. Desde el año 2013 fue miembro del gabinete confederal de CCOO, coincidiendo con el padre de Díaz, militante en su día del PCE, que fue durante largo tiempo el secretario general del sindicato en Galicia.

Lago también ha trabajado como profesor asociado de Estructura Económica y Social de Galicia en la Escuela de Relaciones Laborales y forma parte del Foro Económico de Galicia y del Consello Económico y Social. 

Su paso por la política también le unió a la vicepresidenta. Abandonó la formación cuando Yolanda le llamó para unirse a sus filas. Fue una buena decisión, porque en las siguientes elecciones autonómicas la Marea se hundió y desapareció del mapa parlamentario gallego.

En sus redes sociales muestra su apoyo incondicional a la ministra y desvela sus aficiones: pasear por su tierra natal y acudir a los partidos de su equipo, el Deportivo de la Coruña. Lago se caracteriza de puertas a fuera por su aparente afabilidad, siempre con una sonrisa en el rostro.

Además de su marcada ideología de izquierdas, hay dos características que le han convertido en la mano derecha de Díaz. La primera es su perfil de experto económico. La ministra cuenta con el apoyo de su asesor para todas las negociaciones, le escucha y sigue su consejo. Durante el tira y afloja que supusieron los ERTE, ambos pasaron horas y horas forjando los acuerdos que más tarde Podemos abanderó como un logro propio. Ahora la ministra de Trabajo ha conseguido que Pedro Sánchez ceda y le otorgue la capacidad de encabezar la negociación de la reforma laboral. Eso sí, bajo la tutela de la ministra Nadia Calviño. Lago, con su aportación de ideas y su diplomacia, será de nuevo una pieza clave durante el proceso para que Díaz no pierda poder en la negociación.

La segunda característica que convenció a Díaz es el carácter pausado de su asesor. A Lago no le gustan las disputas. Ambos comparten una manera de expresarse lejana de los exabruptos que caracterizan a Podemos.

Nuevo proyecto

Manuel Lago será también una parte fundamental del nuevo proyecto que está gestando Yolanda Díaz. El nuevo camino, que asegura no se separará de la senda de Podemos, se vertebrará en la importancia del diálogo con distintos agentes sociales.

El propio Lago, en un artículo publicado en La Voz de Galicia en el año 2002, afeaba al Gobierno del Partido Popular el no contar con las «negociaciones colectivas» y tener en cuenta «el papel de los agentes sociales».

«La ruptura del diálogo social va a generar una mayor conflictividad laboral en un momento de cambio negativo en la coyuntura económica», añadía.

Consejero en Navantia

El puesto como asesor no ha sido el único que Yolanda Díaz ha facilitado para Manuel Lago. En febrero de este año, Lago fue nombrado como uno de los consejeros de la empresa naval pública Navantia.

El anuncio suscitó polémica. La crítica de Podemos a las denominadas puertas giratorias y la colocación de Lago en un puesto de tal importancia y réditos llevaron a Díaz a excusarse alegando que en el consejo de las empresas públicas siempre se han contratado a personas cercanas a los gobiernos.

Por delante, Díaz y Lago tienen una carrera de obstáculos. La crisis por la que atraviesa el Gobierno llevará a ambos a enfrentarse al reto de defender los intereses de los morados –o los de Yolanda–, mientras intenta mantener un pacto que de romperse abocaría a unas elecciones en las que las encuestas no pronostican un buen final para el Ejecutivo.

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