Pedro Sánchez, el sábado durante un acto del PSOE en Granada
Las tres fotos de la vergüenza del Gobierno de Sánchez
El afán del presidente en funciones por mantenerse anclado a la Moncloa ha dejado una serie de instantáneas que reflejan las cesiones que Sánchez puede llegar a hacer en nombre de todos los españoles
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha protagonizado durante las últimas semanas una carrera hacia la investidura que ha sobrepasado todas las líneas rojas que él mismo marcó años atrás.
Su afán por mantenerse anclado a la Moncloa ha dejado una serie de instantáneas que reflejan las cesiones que Sánchez puede llegar a hacer en nombre de todos los españoles con la única finalidad de mantenerse en el poder.
Pacto con Bildu
Pedro Sánchez saluda a la portavoz de EH Bildu en el Congreso de los Diputados, Mertxe Aizpurua
El viernes 13 de octubre, Sánchez mantuvo una reunión en el Congreso de los Diputados con Mertxe Aizpurua, portavoz del Grupo Euskal Herria Bildu, y con Gorka Elejabarrieta, portavoz del grupo proetarra en el Congreso y en el Senado.
En esta reunión, Sánchez rompió con sus promesas, olvidó a sus compañeros de partido asesinados por ETA y acogió de buen gusto y enfundado en una sonrisa el apoyo de Bildu a su investidura. Se trata de la primera vez que un presidente del Gobierno de España se reúne con EH Bildu, formación liderada por los herederos de Batasuna, brazo político de la banda terrorista ETA.
En concreto, Mertxe Aizpurua, la misma a la que Sánchez tendió su mano en octubre, fue condenada por apología del terrorismo en 1984 por la Audiencia Nacional. Asimismo, la abertzale ejerció como biógrafa de los miembros de ETA fallecidos, así como de redactora –es periodista de profesión– en Egin, medio de comunicación oficial de la banda terrorista.
La portavoz de EH Bildu fue también directora técnica la revista Punto y Hora de Euskal Herria, recordada por una portada indigna tras la liberación de Ortega Lara que rezaba «Ortega vuelve a la cárcel». Cabe destacar que Aizpurua nunca ha condenado el terrorismo de ETA.
Santos Cerdán y Puigdemont
Santos Cerdán junto a Puigdemont
Tras cerrar el apoyo de Sumar, el PSOE viajó hasta Bruselas para reunirse con Carles Puigdemont, prófugo de la Justicia española y líder en la sombra de la formación independentista Junts. Aunque los socialistas se desmarcaron de Díaz cuando ésta mantuvo una reunión en Bélgica con el expresidente catalán, Sánchez no dudó en sentar a su número tres, Santos Cerdán, al lado de Puigdemont, para asentar las bases del pacto entre ambos partidos de cara a una investidura.
Aunque Carles Puigdemont no necesita presentaciones, cabe recordar que impulsó las leyes de desconexión, realizó un referéndum ilegal y declaró de forma unilateral la independencia de Cataluña. Tras esto, se fugó escondido en el maletero de un coche a Bruselas, ciudad en la que reside desde 2017.
En la visita de Santos Cerdán al prófugo de la justicia –consumada un día antes de la jura de la Constitución de la Princesa Leonor en el Congreso– Puigdemont negoció sus exigencias al PSOE para investir a Sánchez, entre las que se incluye la amnistía, la exculpación de Pujol y el reconocimiento de la nación catalana.
Bolaños y Junqueras
El ministro de la Presidencia Félix Bolaños y el presidente de ERC, Oriol Junqueras
Ayer el PSOE sorprendió con una nueva fotografía que ilustra a la perfección los límites a los que puede llegar Sánchez para revalidar su gobierno. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, se reunió ayer con Oriol Junqueras, presidente de ERC, condenado a 13 años de cárcel por sedición y malversación, y posteriormente indultado por Sánchez.
Las cesiones prometidas a los independentistas pasan por la aprobación de la ley de amnistía, la aceptación de un referéndum de autodeterminación, el traspaso integral del servicio de cercanías y la condonación de 15.000 millones de euros de deuda, que supone la asunción del entorno del 20 % de la deuda viva en el momento de ejecución de este acuerdo.
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