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18 de abril de 2024

Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell

Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell

Radiografía de Ghislaine Maxwell: de niña bien a reclutadora de menores para el pedófilo Jeffrey Epstein

La repentina muerte de su padre, el malogrado magnate Robert Maxwell, supuso el principio del fin para su familia

Creció entre algodones como miembro de una adinerada familia y vivió como una cachorrilla de la jet set inglesa para terminar durmiendo en una lúgubre y fría celda, de no más de tres metros cuadrados, del Centro de Detención Metropolitano en Brooklyn (Nueva York) y rodeada de la peor calaña. Un negro presente y futuro de Ghislaine Maxwell después de que este miércoles el jurado a cargo de su caso la encontrase culpable de cinco de los seis cargos que pesaban sobre ella por tráfico sexual con menores de edad. Podría enfrentarse a 60 años de prisión.
Añade un sórdido episodio más al curriculum de la familia Maxwell. El ojito derecho de entre los nueve hijos del  magnate de medios de comunicación Robert Maxwell y la investigadora francesa Elisabeth Maxwell tuvo una educación privilegiada. Cursó estudios en el internado elitista Marlborough College para terminar de formarse en la Universidad de Oxford antes de mudarse a Londres en 1980. Trabajó en uno de los muchos periódicos de su padre, que incluían al grupo británico Mirror o la editorial estadounidense MacMillan y las escuelas de idiomas y publicaciones Berlitz.
Se codeó desde bien joven con la alta sociedad británica. En la mansión de 50 habitaciones en la que creció tuvieron lugar algunas de las mejores fiestas de aquellos años con la presencia de Elton John, Lady Di y Naomi Campbell, entre otros muchos rostros conocidos. 

La muerte de su padre, el inicio del fin

Pero, ¿en qué momento se echó a perder la niña rica? Todo se vino abajo cuando su padre falleció en extrañas circunstancias. Se ahogó al caer de su yate, el Lady Ghislaine -en honor a su querida hija-, en aguas españolas en noviembre de 1991. Se encontraba navegando en Canarias cuando la muerte le pilló por sorpresa. Se dijo que en ello tuvo mucho que ver el KGB por su supuesta implicación en los servicios secretos británicos, israelíes y soviéticos. Estaba siendo investigado como criminal de guerra aunque también se barajó el suicidio pero nada quedó probado. 
Lo que sí se descubrió tras su repentino fallecimiento fue un agujero de más de 470 millones de euros en los fondos de jubilación de sus empleados, utilizados para rescatar a las empresas deficitarias de su imperio. Fue el fin de su familia. Implicó además a dos de los hermanos de la socialité británica, Ian y Kevin, que tuvieron que rendir cuentas por su complicidad en el fraude.
A raíz de esto, Ghislaine Maxwell, denostada en el Reino Unido, tomó la decisión de hacer las maletas y  trasladarse a Estados Unidos. Fue allí donde conoció a Jeffrey Epstein (fallecido también en extrañas circunstancias en su celda a la espera de juicio, en 2019), con el que mantuvo una relación amorosa y una estrecha colaboración profesional en la red de tráfico sexual de menores. Como dio por demostrado esta semana el jurado, ella ejercía de reclutadora de menores a las que manipulaba para satisfacer los deseos sexuales de Epstein y sus amigos adinerados.

Mal augurio para el príncipe Andrés

Este veredicto era uno de lo más esperados del año. Las ramificaciones de este juicio van mucho más allá de la culpabilidad de la mano derecha de Epstein. Está relacionado con importantes nombres de empresarios y políticos como Donald Trump y Bill Clinton o el ya denostado príncipe Andrés, sobre el que pesa una denuncia por abusos sexuales. Y es que el veredicto de la socialité británica es un reflejo de lo que le podría deparar al hijo de la Reina Isabel II, cuyo futuro se augura negro.
El próximo 4 de enero tendrá lugar la vista oral en el que el juez Lewis Kaplan decidirá si desestimar o no la denuncia presenta por Virginia Roberts Giuffre contra el royal por supuestamente abusar de ella hasta en tres ocasiones cuando era menor de edad. De seguir para adelante con el caso, el juicio tendría lugar a finales de año y se trataría de uno de los más mediáticos de la historia. 
Quedó probado durante el caso contra Maxwell que la vinculación con el príncipe Andrés fue más que estrecha. Epstein y la madama llegaron incluso a estar en Balmoral, la casa de verano de la Reina Isabel II, como demostró una imagen que se hizo pública. También fue señalado por uno de los pilotos de confianza del pedófilo, que aseguraba que el royal viajó con ellos en alguna ocasión. 
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