Será una guerra breve. Esto se acaba en 15 días, llegó a decir el jefe de la Diplomacia europea, Josep Borrell. Los pronósticos de que la invasión de Ucrania tendría los días contados, no sólo no se han cumplido sino que daría la impresión de que el conflicto va para largo.
Han transcurrido nueve meses desde que Putin diera la orden de invadir a su vecino después de haberlo negada una y otra vez. En este tiempo la guerra de cifras de muertos y heridos de uno y otro bando se libra en las respectivas administraciones, aparatos de propaganda y organismos internacionales.
El último dato lo ha facilitado el Estado Mayor del Ejército de Ucrania al afirmar que sus fuerzas abatieron a 500 soldados rusos en las últimas 24 horas. Con estas bajas en el enemigo, Ucrania, según su contabilidad, ha eliminado a un total de 88.880 efectivos, algo menos de 10.000 al mes.
El ministerio de Defensa de Ucrania identificaba, el pasado mes de noviembre, 68.900 los soldados rusos abatidos y ofrecía un panorama de destrucción de material bélico del enemigo desolador. Según ellos, sus Fuerzas Armadas destruyeron 2.628 tanques, 5.351 vehículos blindados, 1686 piezas de artillería, 379 sistemas de misiles, 192 sistemas de defensa antiaérea, 271 aviones de combate, 248 helicópteros artillados, 1379 drones, 350 misiles de crucero, 16 buques de guerra, 4076 camiones logísticos y 149 equipos de guerra electrónica.
Guerra de cifras
Los datos hay que tomarlos con prudencia. El mes pasado, según el sitio de análisis de defensa e inteligencia Oryx, la cifra de bajas rusas se reducía a unos 20.000 solados. De ser ciertos esos cálculos, resulta complicado dar crédito a las estimaciones de Ucrania ya que supondría que en apenas un mes habrían abatido a cerca de 70.000 efectivos rusos.
De acuerdo a aquel informe de fines de mes, las bajas en Ucrania no superarían los 9.000 soldados. En cuanto a material de guerra, la Federación Rusa habría destruido unos 334 vehículos blindados mientras Ucrania habría terminado con cerca de 1.500 rusos.
En cuanto a los sistemas de misiles, a Rusia le adjudica la pérdida de 78 frente a 53 de bandera ucraniana. Respecto a las aeronaves, Rusia dio de baja 63 aviones de combate y Ucrania 53. Las fuerzas de Zelenski habrían logrado además abatir 54 helicópteros artillados rusos mientras Rusia habría eliminado apenas 15.
El poder de los drones
Los drones, el gran protagonista de esta fase de la guerra, desempeña un papel determinante. Irán es el gran distribuidor de estos aviones no tripulados para el ejército ruso.
Pese a su negativa inicial, ante las evidencias, finalmente no tuvo más remedio que reconocerlo. Con reflejos para buscar excusas, asegura que se los vendió a Moscú antes de la invasión, extremo también cuestionado. A Rusia se le atribuye la pérdida de 141 drones frente a los 38 perdidos por Ucrania.