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04 de mayo de 2024

Richard Barnett, un partidario del presidente estadounidense Donald Trump se sienta dentro de la oficina de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos Nancy Pelosi mientras protesta dentro del Capitolio de Estados Unidos en Washington, DC.

Richard Barnett, dentro de la oficina de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos Nancy Pelosi, durante el asalto al CapitolioAFP

El asaltante que puso los pies en la mesa de Nancy Pelosi, declarado culpable por el asalto al Capitolio

El acusado declaró que entró en el despacho de la presidenta de la Cámara de Representantes mientras buscaba un baño

Dos años después del impactante asalto al Capitolio de Washington, en Estados Unidos, por parte de seguidores del expresidente Donald Trump, salen a la luz nuevos datos. Una de las muchas imágenes que dieron la vuelta al mundo fue la de un hombre sentado en el despacho de Nancy Pelosi –presidenta de la Cámara de Representes–, con los pies encima de la mesa. El protagonista de esa fotografía es Richard 'Bigo' Barnett y fue condenado, el lunes, por ocho delitos federales relacionados con el asalto.
El condenado reconoció haber dejado un vulgar mensaje en el despacho y robar un sobre con la firma digital de la demócrata de California. Después de ocho días de testimonios y argumentos legales, el panel comenzó a deliberar el lunes por la mañana y llegó a la conclusión de que era culpable de los ocho cargos en su contra, incluidos cuatro delitos graves, en menos de dos horas.
En cuanto al tiempo en prisión, el caso más grave del que está acusado conlleva una pena de 20 años. Aún así, el veredicto aún no es oficial y, aunque, el fiscal abogó por que el enjuiciado esperara la sentencia ya en la cárcel, el juez, que lleva el caso, le permitió permanecer bajo arresto domiciliario. Además de obstruir un procedimiento oficial, Barnett fue condenado por entrar en el Capitolio armado, así como por desorden civil.
Los cuatro delitos menores por los que fue condenado incluyeron el robo de propiedad del Gobierno, es decir, el sobre vacío. Legalmente hablando, su imagen, sentado sobre el sillón de la presidenta de la Cámara, no es apenas relevante. Pero lo que sí han destacado fue su gesto de reclinarse con indiferencia en la silla giratoria de un miembro del personal y dejar caer su bota sobre el escritorio.
Durante su alegato, Barnett explicó que fue «empujado» por las puertas del Capitolio por una turba creciente y entró en la oficina de Pelosi mientras buscaba un baño. Justificó ante el jurado que se echó hacia atrás en el escritorio y dejó caer un pie porque dos fotoperiodistas le pidieron que «se sentara y actuara con naturalidad». Los fotógrafos negaron estos hechos y afirmaron que el asaltante actuó por su cuenta.
Por su parte, los abogados defendieron que este no ingresó al edificio voluntariamente, si no que fue arrastrado por la marea. Asimismo, dijeron que no obstruyó un procedimiento oficial porque cuando entró al Capitolio, a las 2:43 pm, la sesión conjunta del Congreso ya estaba en receso por el motín. En cuanto a la tenencia de un arma, explicaron que el dispositivo paralizante de su bastón Hike 'n Strike estaba roto, por lo que no llevaba un arma peligrosa.
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