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El presidente chino Xi Jinping durante su visita a Kuala Lumpur

El presidente chino Xi Jinping durante su visita a Kuala LumpurVincent Thian / AFP

China podría precipitar su invasión a Taiwán aprovechando las tensiones de EE.UU. con sus aliados

Xi Jinping ha prometido «reunificar» Taiwán en 2027 y la forma de hacerlo sería un bloqueo para imponer su control fronterizo sobre la isla de 23 millones de habitantes

la estrategia hasta ahora predilecta de Pekín con respecto a Taiwán es presionar a largo plazo a la isla para que se someta al régimen comunista sin necesidad de una invasión o una guerra, sin embargo hay señales de que el presidente chino Xi Jinping podría estar desesperándose y considerando una intervención contundente en el corto plazo.

Para William Matthews, investigador principal del Programa Asia-Pacífico del Chatham House, «la expansión militar de China indica que se avecina una tormenta en el estrecho de Taiwán» y agrega que «cuanto más dude Estados Unidos en su respuesta [a una invasión], más se inclinará el equilibrio estratégico a favor de China».

Para Matthews, «dada la importancia que Pekín concede a la reunificación y lo explícito que ha sido respecto a sus límites, la inacción sería un duro golpe para la credibilidad de China. Por lo tanto, cabe asumir que China está dispuesta a usar la fuerza si considera que se ha cruzado un límite».

Las acciones del presidente taiwanés Willian Lai, se estarían acercando a esas líneas rojas, tomando en cuenta sus críticas abiertas al régimen comunista de Pekín, su aparente agenda «proindependentista», los esfuerzos de Lai por exterminar la infiltración de agentes chinos y sobre todo su calificación de China como «fuerza extranjera hostil».

Matthews, sin embargo, no es el único que observa este escenario. El analista y especialista en tecnología de Defensa, Perry Boyle, haciendo eco de un artículo del Wall Street Journal que señala que China está lista para «bloquear» Taiwán, señala que «Xi cumplirá su promesa de 'reunificar' Taiwán en 2027».

Boyle considera que «dado el el retiro de Trump de las alianzas de seguridad estadounidenses, tomar Taiwán durante su administración representa el menor riesgo de represalias militares». El mandato presidencial del líder republicano finaliza en enero de 2029.

«Espero que el bloqueo sea exclusivamente militar y que la República Popular China permita que continúen las operaciones comerciales 'normales'. Mientras el mundo siga recibiendo productos tecnológicos de Taiwán, ¿por qué arriesgarse a la ira de China para proteger la democracia taiwanesa?» se pregunta Boyle, quien agrega que «China tiene todas las de ganar».

Taiwán importa el 96 % de su energía y el 70 % de sus alimentos

Diversos analistas advierten de una forma de invasión no convencional, pues el régimen de Pekín simplemente podría anunciar una extensión de su sistema fronterizo electrónico desde los 'puertos de entrada continentales' para incluir a Taiwán bajo su control. Luego impondrá el derecho a abordar cualquier barco que no haya solicitado autorización en los 50 km que rodean a la isla gobernada actualmente de forma democrática.

Finalmente, Boyle advierte que «a largo plazo, el bloqueo chino a Taiwán es un mal augurio para cualquier otra nación que China busque incorporar a su esfera de influencia geográfica (por ejemplo, Filipinas y Australia). Para 2030, China tendrá una armada un tercio mayor que la de Estados Unidos. Será una economía sustancialmente mayor. Sin un ejecutor del orden mundial liberal, la ley del más fuerte prevalecerá, como ha demostrado Rusia».

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