Fundado en 1910

29 de marzo de 2024

Gilberto Rodriguez Orejuela

Gilberto Rodriguez OrejuelaEFE

Gilberto Rodríguez Orejuela (1939-2022)

Fundador del Cartel de Cali

El principal rival de Pablo Escobar llegó a controlar el 80 % de la exportación mundial de cocaína

Gilberto Rodriguez Orejuela
Nació el 30 de enero de 1939 en Mariquita (Colombia) y falleció el 1 de junio de 2022 en un hospital de Carolina del Norte en Estados Unidos

Gilberto José Rodríguez Orejuela

Fundador del Cartel de Cali junto con su hermano Miguel, se convirtió en referente del narcotráfico desde mediados de los ochenta hasta su detención en 1995. Liberado en 2002, fue extraditado en 2004 a Estados Unidos, de donde no regresó.

Gilberto Rodríguez Orejuela, fundador del Cartel de Cali, fue detenido el 9 de junio de 1995 mediante una operación que involucró a los mejores elementos de la Policía colombiana, así como a comandos de élite. La intervención, en perspectiva estrictamente política, estaba principalmente destinada a lavar la imagen del entonces presidente de la República, el liberal Ernesto Samper, muy deteriorada por las sospechas de financiación de su victoriosa campaña electoral de 1994 por parte del Cartel de Cali.
Sospechas que se convirtieron en pruebas irrefutables una vez salieron a la luz unas grabaciones que delataban la conversación de Rodríguez Orejuela y su hermano Miguel con el periodista Alberto Giraldo en la que reconocen su masiva contribución económica –se hablaba de millones de dólares– a las arcas de la campaña de Samper.
Por último fue enjuiciado por el Parlamento colombiano –aún era jefe de Estado y gozaba de inmunidad– y tuvo que aguantar mofas a lo largo y ancho de Colombia cuando declaró que el Cartel de Cali pudo haber financiado su campaña, pero que no se había enterado. Esta frase hizo declarar al entonces arzobispo de Bogotá, monseñor Pedro Rubiano Sáenz, que «eso era como que entrara un elefante en el salón de tu casa y no te enteraras».
Semejante financiación ilegal fue la «hazaña» más famosa de Rodríguez Orejuela, pero ni mucho menos la única; ni probablemente la más grave. Curiosamente, nada hacía presagiar que este hombre de origen humilde llegaría a ser uno de los narcotraficantes del planeta; pues este hombre empezó su trayectoria en aventuras empresariales de diversa índole, como la adquisición fallida de un club de fútbol o la presidencia de la filial colombiana de Chrysler, que obtuvo de forma rocambolesca.
La dedicación en cuerpo y alma al narcotráfico se produjo a partir de mediados de los ochenta, época en que esta actividad criminal alcanzaba su apogeo. El método de Rodríguez Orejuela estaba basado en la infiltración y el soborno, rechazando el terrorismo y el secuestro, a diferencia de un Pablo Escobar con el que colaboró al principio.
Las relaciones con el jefe del Cartel de Medellín se deterioraron a raíz de la negativa de Rodríguez Orejuela de colaborar en la guerra contra el Estado colombiano: el de Cali prefería consolidar sus ramificaciones en Europa, en Galicia o con la Camorra napolitana, y en otras partes de la Tierra. La apuesta fue provechosa, pues se le atribuye el 80 % de la exportación mundial de cocaína entre 1984 y 1990. Pero Escobar declaró a su rival «objetivo militar».
Al final el de Medellín cayó abatido y el de Cali terminó rindiendo cuentas ante la justicia. Primero en Colombia y a partir de 2004 en Estados Unidos, donde ha terminado sus días en la misma cárcel por la que pasaron el estafador Bernard Madoff o Carmine Pérsico, del clan de los Colombo, con los que coincidió. Lo mejor de cada casa.
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