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26 de abril de 2024

Cosas que pasanAlfonso Ussía

La estudiosa

Enrique Ossorio, padre de cuatro hijos, solicitó la ayuda del Bono Social Térmico –190 euros– al Ministerio de Transición Ecológica, al que tenía pleno derecho como cabeza de familia numerosa. Y este abuso encolerizó a nuestra anestesista

Actualizada 01:30

Contaba Jaime Campmany los pormenores de un examen oral en sus tiempos colegiales. Fue llamado a la palestra un compañero poco aficionado a los estudios, pero con un padre muy influyente en la sociedad murciana. El examinador, profesor de Historia, simultaneaba su labor de maestro matutino con un trabajo vespertino en la sociedad del padre del alumno a examinar. Y la pregunta elegida no fue de las más difíciles.
- Moranchel. ¿Está preparado?
- Lo estoy, señor profesor.
- La pregunta es la siguiente. ¿Quién descubrió América?
- Creo que fue la Mahoma.
- ¿Cómo dice? ¿La Mahoma?
- Exactamente, señor profesor. La Mahoma.
- Pues lamento profundamente comunicarle que está suspendido. Y me duele suspenderlo. ¿Alguna barbaridad más?
- Sí, señor profesor. Que le dé recuerdos de mi parte y de parte de mi padre a su puta madre.
Todo lo contrario que Mónica García Gómez, portavoz de Más Madrid en la Asamblea de Madrid. Afanosa estudiante, cursó sus primeros años en el Colegio Yale, sito en la humilde Colonia del Viso de Madrid, y posteriormente en el Instituto Beatriz Galindo, en la calle de Goya, corazón del suburbial barrio de Salamanca. Posteriormente se licenció en Medicina eligiendo la especialidad de Anestesiología. Pero su vocación no es otra que mejorar a la humanidad desde la política, inicialmente desde Podemos y en la actualidad como ariete de Más Madrid. También ha sido atleta y dispara con gestos manuales contra sus adversarios políticos. Vive junto al Parque del Buen Retiro, y tiene tres hijos con su brillante esposo, don Enrique Montañés García, vicepresidente senior para el sur de Europa de la multinacional logística Chep. Su característica fundamental no es otra que su obsesivo y creciente odio a Isabel Díaz Ayuso.
Un consejero de Ayuso, don Enrique Ossorio, padre de cuatro hijos, solicitó la ayuda del Bono Social Térmico –190 euros– al Ministerio de Transición Ecológica, al que tenía pleno derecho como cabeza de familia numerosa. Y este abuso encolerizó a nuestra anestesista, que firmó una pregunta a la Mesa de la Asamblea de Madrid sin faltas de ortografía, lo cual merece todo mi respeto. «¿Considera ético el comportamiento del vicepresidente, consejero de Educación, Universidades y Ciencia y portavoz del Gobierno en relación a la recepción del Bono Social Térmico? Mónica García Gómez. Portavoz de Más Madrid». Pregunta directa, incisiva, terminante. Y muy estudiada.
Sucede que, como padre de familia numerosa, su esposo, el vicepresidente senior para el sur de Europa de la multinacional logística Chep, también solicitó el Bono Social Térmico, porque la vicepresidencia para el sur de Europa de la multinacional lógística Chep, que paga muy bien a sus altos ejecutivos, no se ocupa de las calefacciones de sus hogares.
Y claro, la señora García se la ha tenido que envainar después de hacer el ridículo. «La primera sorprendida soy yo. Reconozco el error y estudiaré cómo devolverlo». Es decir, que para devolver 190 euros la señora García tiene que estudiar la forma de devolución. Pues la manera de devolver ese dinero es tan sencilla que no precisa de estudios, como el colegial que aseguró que América había sido descubierta por la Mahoma. Se acude al banco o caja de ahorros. Se ordena una transferencia a favor del Ministerio de Transición Ecológica por 190 euros, se firma, y chimpón. No hay que estudiar fórmulas. Claro, que esta mujer es la misma que calificó de accidente los terribles atentados del 11-M. Y está estudiando la rectificación. La misma que cobró indebidamente 13.000 euros, y estudió la fórmula para devolverlos cuando se lo recordó Isabel Ayuso, porque a ella se le había pasado esa insignificante minucia. Y ahora, también está estudiando el motivo que le llevó a no incluir en su declaración de bienes su finca en Cercedilla. Demasiados estudios de una sola tacada.
No estudie más. Vaya al banco y firme la transferencia. La alguacil alguacilada. Besos.
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