
Carretera nevada
El invierno podría acabar sin olas de frío por segunda vez consecutiva
A pesar de la ausencia de olas de frío, la meteorología sigue presentando episodios de variabilidad extrema, con lluvias intensas y temperaturas inusualmente cálidas para el inviern
El invierno podría terminar sin registrar ninguna ola de frío en España por segundo año consecutivo, según el meteorólogo de Meteored, Samuel Biener. El experto ha señalado que estos episodios son cada vez menos frecuentes e intensos, mientras que los registros de temperaturas extremadamente bajas se espacian más en el tiempo.
Las últimas previsiones del modelo de referencia de Meteored indican que las altas presiones se ubicarán en torno a Groenlandia y Escandinavia en el corto y medio plazo. Al mismo tiempo, se espera la formación de profundas borrascas que avanzarán por el Atlántico, afectando el clima en la Península Ibérica.
Biener ha explicado que, en lo que queda de febrero, es probable que predominen las advecciones atlánticas templadas y húmedas. Esto se traducirá en temperaturas que podrían situarse entre 1 y 3 ºC por encima de la media habitual para esta época del año. Además, se prevé que las precipitaciones sean abundantes en la mayor parte del país, con especial incidencia en Galicia. Sin embargo, en las comunidades mediterráneas, el Cantábrico oriental y Canarias, las lluvias serán menos significativas.
Para la próxima semana, los modelos meteorológicos de Meteored contemplan la llegada de varios frentes asociados a las borrascas atlánticas. Estos sistemas vendrán acompañados de vientos del oeste y suroeste, lo que favorecerá las lluvias en amplias zonas del país. En cuanto a las nevadas, de cumplirse este pronóstico, solo afectarán a las cotas medias o altas de las cordilleras peninsulares, sin descender a niveles más bajos.
El patrón meteorológico actual confirma una tendencia observada en los últimos años: la disminución de las olas de frío en la Península Ibérica. Este comportamiento se enmarca dentro del contexto del cambio climático, que está modificando la circulación atmosférica y reduciendo la incidencia de irrupciones de aire ártico sobre el sur de Europa.
A pesar de la ausencia de olas de frío, la meteorología sigue presentando episodios de variabilidad extrema, con lluvias intensas y temperaturas inusualmente cálidas para el invierno. Los expertos advierten que esta tendencia podría consolidarse en los próximos años, con inviernos cada vez más templados y precipitaciones distribuidas de manera irregular a lo largo del territorio.