Esperando a Xabi Alonso Parera
Pasa que la diferencia entre nuestros dos grandes es notable. Pasa que el Barça es mejor. Pasa que el Madrid es peor
Buen resultado para los dos. El Barça amarra la Liga encajando otra vez tres goles y el Madrid evita el sofoco: es para lo que da. Para evitar el sofoco ante cualquier rival presentable, recordar Londres/Arsenal. ¡Qué caída! En el descanso, el 4-3 final lo firmaba cualquier madridista con cierto sentido común. Les ofrecen acabar 4-2 y salen pitando.
Y es que el primer tiempo pudo acabar 6-2, la camisa blanca no les llegaba al cuerpo a los suyos. Primer acto en plan lo mismo que la final de Copa, 0-2 al margen. Que ya es marginar.
Uno llegando, el otro acompañando. Uno, convencimiento, ganas, confianza, juego. Otro, una tropa extraña, yo por aquí tú por allí, miradas perdidas. ¿Falta de actitud? De calidad, de cuajo sobre todo.
El Madrid sólo tuvo un primera serie, nada más, ese Mbappé que cabalga hacia el Pichichi, qué tío, qué mérito. Perdió por uno contra todo el líder: 4-3. Con un grande no te llega, claro. ¿Qué fue de Bellingham, Vinicius, tantos?
Ancelotti se acordó de los defensas ausentes: ya, es verdad. Como que el Madrid no ha sido un equipo en todo este curso que empezó… en agosto. Nueve meses. ¿Recuerdan aquello de que el niño viene de nalgas? Pues sigue.
El desarrollo del partido tuvo su lógica. Al Barça le metieron tres y pudieron ser cinco, no es broma. Así, en plan global, lo mucho bueno que tiene le pone sordina la manera de resguardarse. La experiencia enseñó que eso no da para la gran corona.
No hay en Europa pues un equipo indiscutible. Un equipo total. Aquel Madrid. Aquel City. Aquel Bayern. Aquel Liverpool. En España sí hay un equipo superior y por eso va a ganar la Liga y no la Champions. Tampoco hay que ser Einstein para verlo.
Pasa que la diferencia entre nuestros dos grandes es notable. Pasa que el Barça es mejor. Pasa que el Madrid es peor. Pasa que por eso ha perdido las cuatro veces que se han enfrentado. Pasa que el Barça tiene un futuro marcado. Pasa que el Madrid termina un ciclo súper glorioso.
Pasa que hay que acabarlo como merece: tragándose la decepción y despidiéndolo en un Bernabéu entregado. Pasa que hay que hacer otro Madrid.
Pasa, que, en realidad, no hubo partido. En cuanto entró el primer gol local se trataba de ver cómo sería el resultado final a su favor. Sólo una locura tipo Milán podría llevarnos a una sorpresa. Que hubiese sido el empate, ¿eh? Lo tuvo el chico Víctor Muñoz, la más clara digo. No pasa dos veces por semana.
Se acabó lo que se daba aquí para el Madrid, sí. Pronto llegará Xabi, al que también metieron cuatro, a dos en su caso y en su casa. Tiene trabajo por delante. En despachos primero, en el campo después. Pequeños dramas, el que más en lo defensivo. Lucas, Asencio, Tchouaméni, Fran García. Y los lesionados, pues tocadísimos y con años. En mil años de madridismo no he visto una cosa igual.
Se va pues el Madrid de la Liga siendo incapaz de jugar 90 minutos. En menos de 30 el Barça lo liquidó. El mundo sabía que el arranque era una verdad mentirosa. Los primeros, los jugadores del Madrid. Sí, sus caras hablaban. En el fondo pienso que muy lejos han llegado. El despelote ha sido total. Se acabó, sí. Gracias por tanto, pero eso: se acabó. Esperando pues a Xabi. Alonso Parera.