Para un 70 % de los jóvenes de entre 14 y 35 años su teléfono es también su principal herramienta para la lectura
El Informe PIRLS 2021, un jarro de agua fría
Por qué España camina hacia el precipicio con la (baja) comprensión lectora de sus alumnos de primaria
Javier Arroyo, cofundador de la startup Smartick: «La atención es el nuevo cociente intelectual, y las nuevas generaciones la tienen mermada»
La publicación del informe PIRLS 2021 ha caído como un jarro de agua fría sobre la comunidad educativa en España, ya que su conclusión principal es que los alumnos de 4º de primaria (9-10 años) han empeorado en comprensión lectora, tras bajar en siete puntos respecto al anterior informe.
España alcanza los 521 puntos, lo que le hace estar por debajo de la media de la OCDE, que se sitúa en 533, y de la media de la Unión Europea, que lo hace en 528.
En el caso de nuestro país, en esos cinco años se ha revertido la subida que se experimentó entre 2011 y 2016 y con un descenso significativo, dice el informe. La bajada, eso hay que decirlo, no es exclusivamente autóctona, puesto que el promedio de la OCDE también rompe su tendencia al alza que se inició de manera ininterrumpida en 2006.
«Hay un uso y un abuso –no para fines educativos– de los dispositivos digitales entre los niños, que influyen inevitablemente tanto en su atención como en su comprensión lectora», advierte Javier Arroyo, CEO y cofundador de Smartick, un método nacido en España que busca maximizar la capacidad de los niños para mejorar en lectura y en la comprensión de textos complejos.
En mi opinión, la atención es el nuevo cociente intelectualCEO y co-fundador de Smartick
«Los niños pasan horas en TikTok y en Youtube que suman un tiempo que otras generaciones dedicaban a otro tipo de ocio, como la lectura. Cuando se lee tan poco, se aprende menos vocabulario, la capacidad de expresión no mejora, así como la de comprensión», dice en conversación telefónica con este medio.
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4 horas de media pegados a las pantallas
El informe Qustodio concluyó que los menores de 16 años pasan una media de cuatro horas diarias conectados a las pantallas fuera de las aulas. Arroyo cree que la atención de los niños «sufre una merma respecto a generaciones anteriores», lo que impacta sobre sus habilidades lectoras. «Y está comprobado que aquellos que sean capaces de sostener la atención de forma más sostenida, tendrán mayor éxito educativo y profesional en el futuro», augura.
Irlanda comanda la clasificación en comprensión lectora con 577 puntos, muy por encima de España. Detrás del país esmeralda viene Irlanda del Norte, con 566, Inglaterra, 558, Croacia, con 557 y Lituania, 552. Si damos por bueno el argumento que la sobreexposición a las pantallas está arañando la comprensión lectora y la concentración de los más pequeños, ¿por qué estos países no sufren sus efectos de manera tan evidente? Nuestro interlocutor opina que «existe en estas naciones una mayor conciencia con el problema, y además son lugares donde a la lectura se le da mayor prestigio».
Extraña satisfacción del profesorado
PIRLS también recoge otras variables como la satisfacción del profesorado con su trabajo. En España, ocho de cada diez docentes (81 %) se sienten «muy satisfechos» con su profesión, siendo el país que cuenta con el mayor porcentaje de los seleccionados.
Lo llamativo es que en el promedio OCDE-28, el rendimiento en comprensión lectora de los estudiantes con un profesorado muy satisfecho es 6 puntos superior al de aquellos cuyos profesores están poco satisfechos con su profesión, una variable que no se cumpliría aquí. «Parece que en España no se percibe la situación como tan grave mientras que en el Reino Unido, que les va mejor, su profesorado sí dice estar preocupado».
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La inteligencia artificial, al rescate
La app que fundó Arroyo emplea la tan ahora de moda inteligencia artificial para mejorar las aptitudes lectoras de los pequeños, pero advirtiendo que no se debe confundir su uso con la aparición de la herramienta ChartGPT, que tanta preocupación causa por sus imprevisibles impactos.
«Nosotros llevamos años aprovechando la inteligencia artificial porque al contrario de la de ChartGPT, que bebe de las fuentes que encuentra en internet y por lo tanto, llevan aparejadas un sesgo, aquí trabaja de manera objetiva al basar sus análisis en datos y en el comportamiento de los niños».
«Los tres puntos clave para la comprensión lectora son la personalización del contenido, un feedback inmediato y preciso y un tutorial interactivo», resume.
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