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04 de mayo de 2024

Truss Levrov Reino Unido Rusia

La ministra británica de exteriores, Liz Truss, y su homólogo ruso, Serguéi LavrovAFP

Rusia apela a la antigua alianza con Reino Unido en la Segunda Guerra Mundial para rebajar el tono

La ministra británica de Asuntos Exteriores se reunión con su homólogo ruso, al que exigió que Rusia apueste por la diplomacia y abandone la retórica de la Guerra Fría

El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, apeló a la antigua alianza de Rusia y Reino Unido en la Segunda Guerra Mundial para mostrar un tono más conciliador en la crisis en Ucrania.
Lavrov recibió este jueves en Moscú a la ministra británica de Asuntos Exteriores, Liz Truss, que exigió a Rusia que abandone la retórica de la Guerra Fría y que retome la vía del diálogo con la OTAN para iniciar una desescalada en Ucrania, y advirtió que una invasión sería «un desastre».
Al inicio del diálogo, Truss explicó que el objetivo de su viaje es «urgir a Rusia a elegir el camino de la diplomacia», informó la agencia EFE.
La ministra británica advirtió a su homólogo que no es posible ignorar la presencia de «de más de 100.000 soldados en la frontera ucraniana y los intentos de socavar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania».
Además, añadió que una guerra en Ucrania «sería un desastre para los rusos y los ucranianos y para la seguridad europea» y repitió la advertencia lanzada por la OTAN a Rusia: «Cualquier incursión en Ucrania tendría consecuencias enormes y un coste grave».
En ese sentido, hizo hincapié en que «hay un camino alternativo, una ruta diplomática, que evita el conflicto y el derramamiento de sangre».
Truss se mostró esperanzada de que pueda reconducirse la situación y que Rusia y Reino Unido puedan reconstruir los lazos que, a pesar de los choques a lo largo de la historia, han unido a ambas naciones.
Defendió que todo diálogo con Rusia debe respetar «la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, tal y como Rusia se ha comprometido libremente en el Memorando de Budapest de 1994».
El Memorándum de Budapest sobre Garantías de Seguridad es un acuerdo firmado el 5 de diciembre de 1994 en la capital de Hungría entre la Federación Rusa, Estados Unidos, Reino Unido, China y Francia.
Ese acuerdo implicó que Ucrania renunciaba y entregaba a Rusia a las 5.000 bombas nucleares, 176 misiles balísticos intercontinentales y 44 bombarderos nucleares que quedaron en su territorio tras su independencia de la Unión Soviética.
A cambio, Rusia, y los demás firmantes del acuerdo, ofreció garantías de seguridad y de respeto a la integridad territorial e independencia de Ucrania.
En ese sentido, Truss aseguró que «si se respetan estos principios, creo que en las conversaciones de hoy podemos progresar a fin de reforzar la seguridad para todos».
Por su parte el ministro ruso de Asuntos Exteriores quiso lanzar un mensaje conciliador a la ministra británica y lamentó que las relaciones bilaterales entre Rusia y Reino Unido «se encuentren en el punto más bajo de los últimos años».
En concreto, el responsable de la diplomacia rusa retrocedió hasta la Segunda Guerra Mundial y recordó que Reino Unido y Rusia fueron aliados en el conflicto y participaron en «la construcción de la actual arquitectura de seguridad».
Asimismo, en calidad de miembros de Consejo de Seguridad de la ONU, subrayó que «tenemos una responsabilidad especial para solucionar las tendencias negativas en las relaciones internacionales y construir un diálogo de respeto mutuo que respondan a los intereses de todos los estados».
En cualquier caso, rechazó «los ultimátum y las amenazas» porque «son un camino a ninguna parte».
Por el contrario, insistió en que «las relaciones se pueden normalizan únicamente a través de un diálogo mutuamente respetuoso, un diálogo entre iguales, un diálogo que se base en el reconocimiento de los intereses legítimos de las partes y en la búsqueda de soluciones que sean aceptables para las dos partes».
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