Una propuesta de prueba única de acceso a la universidad
Un estudio de la Universidad de Salamanca mostraba que apenas un tercio de los estudiantes de nuevo acceso provenían de Castilla y León, no por falta de solicitudes, sino porque las notas que llegaban de otras comunidades
La semana pasada el profesor Ismael Sanz recordaba en esta sección las diferencias entre el nivel educativo de los jóvenes de quince años en las distintas Comunidades Autónomas que el informe PISA de la OCDE hace patentes edición tras edición. Diferencias que, en media, pueden llegar a un curso completo. Este hecho crea una situación de desigualdad entre estudiantes que puede afectar a los ingresos a lo largo de toda la vida si no se eliminan.
Este problema tiene una variante más inmediata en el acceso a la universidad. Recientemente un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca mostraba que apenas un tercio de los estudiantes de nuevo acceso provenían de Castilla y León, no por falta de solicitudes, sino porque las notas que llegaban de otras comunidades «luego, a la vista de los resultados a lo largo del grado, ese nivel no es real y se ven sobrepasados por universitarios de otros lugares». Como dejan en evidencia los dos gráficos que acompañan el texto, las diferencias entre aprobados y notas medias por región son significativas y no se corresponden a un sistema educativo homogéneo.
Porcentaje de aprobados EVAU 2021
Más allá de lo puramente anecdótico del caso de Medicina, constituye la primera razón por la que reclamar una prueba única: asegurar la igualdad en el acceso a la universidad en todo el territorio nacional. El Ministerio de Subirats de hecho ha reconocido implícitamente esa necesidad en el caso de la formación de nuestros médicos, pero, como siempre desde que Universidades se trasladó al Paseo de la Castellana en 2019, de forma errónea; se plantea un examen que evalúe no los conocimientos de biología o materias afines, sino la aptitud para ser profesional de la medicina, en una prueba única que sólo servirá para añadir subjetividad al proceso.
Nota media por CCAA EVAU 2021
El mapa adjunto muestra cómo los cántabros obtuvieron casi un punto de diferencia en la última EVAU sobre los madrileños, seguro que fruto de las anchoas con las que el señor Revilla riega su tierra y que son abundantes en fósforo. Pero esa hipótesis, aunque interesante, no parece muy creíble, y parece ajustarse más bien a diferencias de evaluación por región. Estos resultados tienen, como hemos visto, un efecto sobre el acceso a la universidad. Pero también sobre la cuantía de las becas que puede percibir un estudiante. Esto nos lleva a una segunda razón por la que reclamar una prueba única: asegurar la equidad real en el sistema interregional de solidaridad.
El problema que tenemos los economistas es que nos pierden los números y parece que nos olvidamos de lo importante. Y quizá las partes más importantes a analizar aquí sean los conocimientos y (por supuesto también) las competencias, que por mucho que insista el Ministerio de la señora Alegría no pueden disociarse, que adquieren nuestros jóvenes. Como hemos visto, PISA nos enseña que la diferencia entre los mismos es importante. Y eso que el informe que construye la OCDE analiza sólo matemáticas, ciencias y lectura. Imagínense ustedes si evaluase en España un acervo común en historia, la lengua común de todos los españoles o valores ciudadanos.
Esto nos lleva a la tercera razón, vital sin duda en cualquier estado moderno, por la que reclamar una prueba única: asegurar la existencia de unos conocimientos y competencias comunes en el territorio nacional.
De mi experiencia como gestor conozco de sobra las dificultades técnicas, logísticas y económicas que supone un cambio de esta envergadura. Pero, sobre todo, supone un cambio que debería facilitar la mejora de todo el sistema educativo. Crearía una sana competencia entre regiones y redundaría en la solidaridad entre ciudadanos e incentivaría algo tan pasado de moda como el esfuerzo. Estoy seguro de que a ustedes se les están ocurriendo miles de otras razones por las que apoyar una prueba única para el acceso a la universidad. Compártanlas con sus amigos y conocidos. Compártanlas conmigo. Seamos activos en el futuro de nuestra educación. De nuestro futuro.
- Jorge Sainz es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Rey Juan Carlos
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