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El Papa Francisco durante el 2013 publicó dos exhortaciones apostólicas, Laudate Deum (la segunda parte de Laudato si') y C'est la confiance, con motivo del 150 aniversario del nacimiento de santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz

El Papa Francisco está ingresado en el hospital Gemelli desde el pasado viernes, 14 de febreroGTRES

La salud de Francisco: entre una de cal y otra de arena en su recuperación

La Santa Sede no ha dado una fecha para su alta médica ni ha anunciado cuándo retomará plenamente su agenda. De momento, la Audiencia General del miércoles queda cancelada

El estado de salud del Papa Francisco sigue evolucionando, aunque su recuperación aún no tiene una fecha clara y no ha logrado dejar atrás la infección respiratoria que lo afecta desde hace días. El informe médico del lunes por la mañana informaba que padece una infección polimicrobiana en las vías respiratorias, lo que ha obligado a un nuevo ajuste en su tratamiento. Un cuadro clínico «complejo», según la Santa Sede, pero sin que ello implique necesariamente una mayor gravedad.

Efectivamente, a pesar del parte médico delicado, el Vaticano declaró ayer por la tarde que el Santo Padre sigue sin fiebre y continúa con la terapia prescrita. «Su estado clínico es estable», aseguraron en un comunicado. Además, en medio de esta etapa hospitalaria, el Papa ha mostrado una profunda gratitud por los numerosos mensajes de apoyo y cariño que continúa recibiendo.

En particular, «ha expresado su agradecimiento a aquellos que se encuentran hospitalizados, quienes le han hecho llegar dibujos y mensajes de buenos deseos. Francisco reza por ellos y, a su vez, ha solicitado que recen por él», afirma el mensaje. Y no solo eso: ayer recibió la Eucaristía e incluso después pudo dedicarse «a algunos trabajos y a la lectura de textos».

A sus 88 años, el Papa sigue mostrando fortaleza. «Mantiene el buen humor», aseguró Matteo Bruni, portavoz del Vaticano, detallando que Francisco descansó bien, tomó su desayuno y leyó los periódicos, en su rutina habitual, al menos hasta ayer lunes. Sin embargo, las precauciones continúan. De momento, las audiencias programadas hasta el miércoles han sido canceladas y la agenda del Pontífice se mantiene en suspenso mientras avanza su recuperación.

Siguiendo las indicaciones médicas, Francisco ha acatado el «reposo absoluto» recomendado por sus doctores y, durante el fin de semana, ni siquiera se levantó para celebrar la misa. Sin embargo, este descanso se vio ligeramente interrumpido por su habitual llamada a la parroquia de Gaza, un gesto que el Pontífice mantiene como una costumbre diaria, incluso en momentos de fragilidad como el actual.

Una fatiga que se hizo evidente

El primer signo de alarma llegó el pasado 5 de febrero, cuando Francisco apareció en la Audiencia General con una voz debilitada y dificultades para leer su catequesis. Visiblemente afectado, pidió disculpas a los fieles y cedió la palabra al padre Pierluigi Giroli. Un día después, el Vaticano anunció que el Papa predicaría desde la Casa Santa Marta debido a una bronquitis, lo que obligó a modificar su agenda y cancelar varios encuentros.

El domingo 9 de febrero, en la misa del Jubileo de las Fuerzas Armadas, la voz del Pontífice volvió a mostrar señales de fragilidad. Apenas había comenzado su homilía cuando tuvo que interrumpirla y delegar la lectura en su maestro de ceremonias. «Ahora me disculpo y pido al maestro que continúe la lectura por dificultad en la respiración», explicó ante los miles de asistentes, que respondieron con un aplauso de apoyo.

Un Pontífice que no se detiene

A pesar de los síntomas persistentes, Francisco no quiso detenerse por completo. En la Audiencia General del 12 de febrero, por segunda semana consecutiva, no pudo leer su catequesis, pero dirigió unas breves palabras en español e italiano. Con esfuerzo, llamó a rezar por la paz, dejando claro que, pese a las dificultades, sigue comprometido con su misión.

Los informes médicos han aclarado el diagnóstico, pero la incertidumbre persiste. La Santa Sede no ha dado una fecha para su alta médica ni ha anunciado cuándo retomará plenamente su agenda. Lo que sí parece claro es que Francisco, a sus 88 años, sigue adelante.

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