La expulsión más surrealista de la historia: un jugador del Everton ve la roja por encararse con un compañero

El Everton vivió este lunes una noche para el recuerdo. El cuadro toffee, al que entrena el escocés David Moyes, venció al Manchester United en la 12ª jornada de la Premier League, se llevó los tres puntos de Old Trafford gracias a un gol de Dewsbury-Hall en el minuto 29 de la primera parte y después de sobrevivir casi todo el partido con un hombre menos.

Esto último es cierto y sucedió antes de llegar al primer cuarto de hora de partido. El contexto fue el siguiente. El Manchester United generó una ocasión de peligro por banda derecha que acabó en nada, pero a Idrissa Gueye se le cruzaron los cables, le recriminó a Michael Keane, central del Everton, que había defendido muy mal la acción y le acabó dándole un tortazo en la cara al central inglés, un hombre curtido en mil batallas y con un carácter bastante temperamental.

Tony Harrington, árbitro del encuentro, vio el rifirrafe entre Gueye y Keane y decidió expulsar con tarjeta roja directa al centrocampista senegalés. La acción sorprendió a propios y extraños, pero, con el reglamento en la mano estuvo bien ejecutada. Y la primera reacción de Keane fue celebrar la roja de su compañero de equipo.

La situación dejó algo extrañado a Old Trafford, el United fue incapaz de jugar con la alegría característica de los últimos partidos y el Everton aprovechó el bajón del equipo de Rúben Amorim para dar un golpe encima de la mesa y vencer a los diablos rojos en su estadio, algo que no conseguían desde la temporada 2013/14, cuando ganaron 0-1 al conjunto mancuniano gracias a un gol de Bryan Oviedo.

Eso sí, aunque a muchos les pueda resultar extraño, es importante recalcar que no es la primera vez que sucede algo así en el fútbol. Hace 25 años, Djalminha y Víctor Sánchez del Amo se enzarzaron tras un derbi gallego contra el Celta y el comité de competición acabó sancionando al brasileño. Y en la propia Premier League, Nicklas Bendtner y Emmanuel Adebayor acabaron peleándose en pleno partido por un ajuste táctico de Arsène Wenger que no le gustó al delantero danés.