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Bellingham, durante el partido de vuelta de cuartos de final de Champions ante el Arsenal

Bellingham, durante el partido de vuelta de cuartos de final de Champions ante el ArsenalEFE

La nueva realidad del Real Madrid para salvar un año en el que se soñó con ganar el septete

Mucho han cambiado las cosas para el Real Madrid desde que el 18 de agosto de 2024 arrancó la temporada 24-25 con un empate ante el Mallorca en el estadio de Son Moix que no dejó del todo contenta a la parroquia madridista.

El conjunto blanco estaba ante una temporada histórica. Por delante tenía la posibilidad de pelear por siete títulos, por el famoso septete que estaba formado por Liga, Copa del Rey, Champions, Supercopa de España, Supercopa de Europa, Copa Intercontinental y Mundial de Clubes.

El Madrid arrancó el curso como defensor de Liga y Champions y todo hacía indicar que la llegada de Mbappé a la escuadra madridista iba a ser capaz de pasearse en todas las competiciones que tenía por delante. Sin embargo, a la hora de la verdad se ha visto que para triunfar muchas veces es más importante tener un bloque bien definido que un elenco de estrellas, algo que normalmente suele traer más problemas que soluciones.

La primera parte de la temporada no fue del todo mala en cuanto a títulos se refiere. El Real Madrid levantó la Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental, pero en la Supercopa de España fue arrasado por el Barça (2-5) y en la Liga se dio cuenta de que el conjunto azulgrana iba a ir a por todas y que no tenía absolutamente nada que ver con el de Xavi Hernández.

El problema es que la sensación de equipo inestable perduró en el tiempo. El Madrid volvió a experimentar problemas en una zaga que vio cómo Militao y Carvajal se rompieron el cruzado y en la que futbolistas como Mendy, Lucas Vázquez no estaban a su mejor nivel. Y ahí se pudo comprobar que de nada sirve tener un arsenal de estrellas en ataque si en defensa experimentas tantos problemas y desajustes.

El mes de febrero dejó al Madrid en la cuerda floja y los tres pinchazos consecutivos (todos ellos marcados por la polémica) le alejaron de la posibilidad de seguir la estela de un Barcelona que en el inicio de 2025 se mostró intratable y que contabilizaba todos sus partidos en forma de victorias. Así iba a ser complicado mantener el pulso con el cuadro azulgrana.

A partir de ahí, la acumulación de partidos empezó a afectar sobremanera al Real Madrid. Los futbolistas llegaron al tramo decisivo de la temporada exhaustos en lo físico y en lo mental y en este mes de abril se quedó sin la posibilidad de revalidar la Champions. Otro título perdido. El Arsenal fue infinitamente superior al conjunto blanco y le dejó claro que, hoy por hoy, el estilo de juego de Carlo Ancelotti está empezando a dar síntomas de caducidad.

Así las cosas, al Real Madrid no le queda otra que aceptar su nueva realidad. Los blancos tienen realmente complicado quitarle el título de Liga al Barça (el clásico de Montjuic del próximo 11 de mayo será definitivo), la final de Copa no se afronta con demasiado optimismo teniendo en cuenta que los culés le han marcado nueve goles en los dos partidos que han jugado esta temporada y lo único que le podría salvar es el Mundial de Clubes que se disputa en Estados Unidos este próximo verano.

En el mejor de los casos, el Real Madrid podría acabar la temporada 2024-2025 con cinco títulos de siete posibles en sus vitrinas, algo que, en sí, no está tan mal. Pero da la sensación de que eso es ya un imposible y la opción más factible podría ser la de ganar el Mundial de Clubes, ya que, en estos momentos, el Barça es un equipo mucho más hecho que el Real Madrid.

Y en este sentido, el principal señalado, como pasa gran parte de las veces en el fútbol, ha sido Ancelotti, que en la rueda de prensa previa al partido de Liga frente al Athletic se mostró más reivindicativo que nunca: «Se cuestiona a un club que ha ganado 27 títulos en 11 años, imagínate si me preocupa que me cuestionen a mí, no me preocupo para nada. Y solo tengo que agradecer a todos estos jugadores por haberme hecho ganar dos Champions en cuatro años».

En definitiva, al Real Madrid le queda poco más de un mes para acabar la temporada de la mejor manera posible, que sería ganando los tres títulos que le quedan en juego. Pero todo hace indicar que la Liga va a tener color azulgrana, la Copa habrá que jugarla y el Mundial de Clubes es toda una incógnita.

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