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02 de mayo de 2024

Soldado ruso Donbás

Un soldado ruso en el Donbás hace el signo de la Z en una imagen propagandística del Kremlin@mod_russia

65 días de guerra

A Rusia se le acaba el tiempo y ultima una gran ofensiva en Ucrania

El ejército ruso intentará en los próximos días lograr un fuerte avance en el Donbás y evitar que la guerra entre en un peligroso punto muerto que provoque su colapso

La fecha del gran desfile de la victoria, el 9 de mayo, se acerca. El presidente Vladimir Putin quiere llegar victorioso a las conmemoraciones de la victoria soviética sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial y celebrar también su gran victoria en Ucrania.
Para lograrlo, está tratando de acelerar su ofensiva en el Donbás y en los otros frentes del este y sur de Ucrania.
Según el ministerio de Defensa ucraniano, Rusia está preparando una gran ofensiva prevista para el 1 de mayo para lograr conquistar todo el territorio de Donetsk y Lugansk y afianzar sus ganancias territoriales en el resto del país que permitan consolidar el corredor terrestre entre Rusia y Crimea.
Sin embargo, según el ministerio de Defensa británico, «las ganancias territoriales rusas han sido limitadas y se lograron con un significativo coste para las fuerzas rusas» debido «a la fuerte resistencia ucraniana».
En su informe diario, el ejército ucraniano cifró en 23.000 los soldados rusos muertos desde el inicio de la guerra.
Se señala en ese informe que el ejército ucraniano rechazó un intento de asalto a la aldea de Zagradivka, en la ciudad ocupada de Jersón que los ucranianos tratan de recuperar.

Rusia trata de romper la línea de combate, sobre todo en el Donetsk

Según las fuentes militares ucranianas, en el día de ayer, jueves 28 de abril, lograron derribar 1 avión de combate ruso, 5 misiles de crucero y 9 drones.
Han destruido también seis tanques, un sistema de artillería, doce unidades de vehículos blindados, un automóvil y un cañón antiaéreo.
Rusia trata de romper la línea de combate, sobre todo en el Donetsk, para lo cual castiga las posiciones ucranianas con fuego de artillería, morteros y cohetes.
En Mariúpol, las tropas rusas continúan bloqueando los accesos a las instalaciones industriales de Azovstal y, a pesar de la orden de Putin de suspender los intentos de asalto contra los soldados ucranianos atrincherados, bombardean sin descanso y con intensidad la acería.
El ejército ucraniano trata de tomar la iniciativa con contraataques que rompa la dinámica ofensiva rusa.

Rusia intenta destruir los canales de suministros al ejército ucraniano

Por el momento, las fuerzas ucranianas no han alcanzado ese objetivo, pero sí están logrando un éxito significativo al rechazar los ataques rusos en Donetsk y Lugansk.
De forma paralela, Rusia intenta destruir los canales de suministros al ejército ucraniano. En la noche de ayer, las bombas rusas han golpeado objetivos en el interior y en la zona occidental de Ucrania en la región de Khmelnytskiy, en el distrito de Kryvyi Rih y en Kiev.
En la capital ucraniana, un ataque con cohetes contra zonas residenciales durante la visita a la ciudad del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, causó un muerto y cuatro heridos, según el alcalde de la ciudad.
Según un oficial ucraniano consultado por The Guardian, «el enemigo está aumentando el ritmo de la operación ofensiva. Los ocupantes rusos están ejerciendo fuego intenso en casi todas las direcciones».
En este momento, las tropas rusas están centrando sus ataques en las ciudades de Slobozhanske y Donets, en el Donbás, para tratar de avanzar hacia el norte sobre Járkov.

Lecciones aprendidas

Según fuentes del Pentágono, las fuerzas rusas habrían logrado corregir algunas de las deficiencias que provocaron su humillante retirada en Kiev.
Se han solventado, sobre todo, las deficiencias logísticas que dejaron tirados a los soldados rusos en el norte de Ucrania en las primeras semanas de guerra sin comida, agua ni combustible y totalmente a merced de los ataques ucranianos.
También han cambiado su estrategia. Ya no tratan de hacer avances espectaculares ni grandes victorias, sino pequeñas conquistas precedidas por intensos bombardeos y fortificación de la retaguardia.
Esta estrategia hará más difícil la reconquista del territorio por parte de los ucranianos y anuncia una larga guerra de trincheras similar a la Primera Guerra Mundial que podría durar años.

Putin tratará de rehabilitar al ejército ruso de cara al resto del mundoMike Quigley, Representante de Illinois

El representante de Illinois en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Mike Quigley, señaló a la CNN que el Donbás «es un mejor terreno para los rusos».
Los rusos cuentan en el Donbás con «líneas de suministro más cortas y lecciones aprendidas» de Kiev. Además, un Vladimir Putin enfadado por los fracasos de su ejército «tratará de rehabilitar al ejército ruso de cara al resto del mundo», para lo cual necesita una victoria contundente.
Pese a todo, la inteligencia estadounidense duda de que Rusia tenga capacidad para mantener el control de todos los territorios que han conquistado.
Aunque se han corregido errores, muchos problemas persisten y no tienen fácil solución. El principal, la falta de profesionalidad de las tropas.
Las unidades de combate rusas están formadas por muchos soldados sin experiencia, muy jóvenes, fruto de reclutamientos, a veces, forzosos. No han participado nunca en combates ni en ejercicios militares.

Parte del equipo militar ruso está obsoleto y sus soldados no son profesionales

A su favor juega el gran músculo militar del ejército ruso. Estados Unidos calcula que Rusia, a pesar de su ingente pérdida de material y de soldados, todavía conserva intactas al 75% de sus fuerzas movilizadas al inicio de la invasión.
En su contra juega la mala calidad de sus vehículos y demás material de guerra, además de la ya citada falta de personal cualificado: «Algunos tanques non tienen ni tripulación, sólo el conductor», apunta a la CNN un funcionario del Pentágono.
Parte del equipo militar está obsoleto. Los equipos capturados por los ucranianos mostraron incluso víveres y material sanitario caducados hace décadas.
En definitiva, los rusos siguen logrando pequeños avances, pero a medida que sigan extendiéndose, los problemas que surgieron en Kiev volverán a presentarse.
Los soldados ucranianos juegan a una carrera de resistencia. Tratan de dificultar en lo posible los avances rusos, provocándole el mayor número de bajas posible y la mayor destrucción de material con la esperanza de que llegue un momento en que las líneas de suministro vuelvan a colapsar.
Será entonces cuando traten de ir a la contraofensiva y romper las fortificaciones rusas, como hicieron en el norte de Ucrania, para tratar de recuperar terreno.
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