Fundado en 1910
Conversamos con la historiadora italiana Angela Pellicciari en su paso por Bruselas

La historiadora italiana Angela Pellicciari, en su paso por Bruselas

Angela Pellicciari y la historia de España desde la perspectiva mariana

La historiadora italiana, especialista en la revisión crítica de «la leyenda negra», protagonizó una nueva sesión de los Jueves Hispanófilos que organiza el Foyer Catholique de Bruselas

El Foyer Catholique de Bruselas acogió hace unos días una nueva sesión de los 'Jueves Hispanófilos', con la participación de la historiadora italiana Angela Pellicciari, una de las voces más autorizadas del pensamiento histórico europeo contemporáneo en la revisión crítica de la llamada «leyenda negra».

Pellicciari, formada en Historia Moderna y reconocida por su rigor intelectual y su profundo conocimiento de las fuentes, ofreció una conferencia tan erudita como provocadora: una lectura de la historia de España desde las intervenciones de la Virgen María, entendidas no como elementos marginales o devocionales, sino como hilos conductores de un proceso histórico marcado por la libertad, la fe y la evangelización.

Desde los primeros compases de su intervención, la historiadora subrayó que España constituye un caso único en la historia de Europa: una nación que alcanza su libertad y su identidad histórica impulsada por la fe cristiana, y muy particularmente por la devoción mariana. Comenzó evocando la aparición del Pilar, animando al apóstol Santiago en los inicios de la evangelización de Hispania, como primer signo de una historia en la que la fe cristiana no se impone por la fuerza, sino que sostiene, acompaña y da sentido a las dificultades y el rechazo.

Esa misma lógica reaparece siglos después en Covadonga, donde la Virgen –según la tradición– animó a Pelayo en el inicio de la Reconquista. La historiadora recordó que no es casual que la cruz roja que aparece en el sueño de Pelayo figure hoy en el símbolo de la bandera de Asturias: un signo de que la resistencia frente a la invasión musulmana no fue solo militar, sino espiritual y cultural. La Reconquista, según Pellicciari, no fue una mera recuperación territorial, sino un proceso profundamente civilizatorio, en el que la fe cristiana generó estructuras de libertad inéditas en la Europa medieval.

Por ejemplo, uno de los aspectos más destacados de la conferencia fue el análisis del proceso de repoblación. Mientras en gran parte de Europa dominaba el sistema de siervos de la gleba, en España los nuevos pobladores recibían fueros, privilegios y libertades: no pagaban impuestos durante largos periodos y no estaban sometidos a trabajos serviles. Así surgieron municipios de hombres libres, una realidad política y social que, según Pellicciari, es inseparable de la cosmovisión cristiana. La fe no solo estructuró la espiritualidad del pueblo, sino también sus instituciones. En este contexto, la historiadora recordó que León alberga el primer Parlamento del mundo, una expresión temprana de representación política que desmiente la imagen de una España históricamente autoritaria.

Los Reyes Católicos

Pellicciari dedicó una parte central de su intervención al reinado de Isabel y Fernando, a quienes definió como artífices de un modelo de gobierno avanzado para su tiempo. Bajo su reinado se reformó la Iglesia desde dentro: se exigió a los obispos residir en sus diócesis, se mejoró la selección de candidatos episcopales, se respetaron las reglas monásticas y se limitaron los privilegios abusivos de la nobleza. Fruto de este impulso surgió una clase media sólida, tanto en el pueblo como dentro de la propia Iglesia, y se fundaron colegios e instituciones educativas que elevaron el nivel cultural del reino. No fue casual, recordó Pellicciari, que 1492 marcara simultáneamente el final de la Reconquista y el descubrimiento de América: España estaba espiritualmente, intelectual y socialmente preparada para una misión evangelizadora sin precedentes.

La historiadora insistió en que la evangelización de América no fue improvisada. La Iglesia envió allí a sus mejores hombres, y junto con ellos llegaron escuelas, universidades, hospitales y monasterios. Se enseñó gramática en lenguas indígenas y se promovió un encuentro cultural que daría lugar a una civilización indo-cristiana con arte y expresión propios.

Pellicciari recordó que muchos de los soldados españoles habían vivido el final de la Reconquista y se encontraron en América con prácticas como los sacrificios humanos regidos por calendarios rituales y el canibalismo, lo que explica el choque cultural inicial.

La intervención de la Virgen vuelve a aparecer en 1531, con las apariciones de Guadalupe a Juan Diego. María, una vez más, acogía y acompañaba un proceso histórico decisivo.

Para la historiadora italiana, esta continuidad no es casual: la historia de España es la historia de una nación llamada a la libertad y a la evangelización, guiada por una fe que ha sido sistemáticamente negada o deformada por relatos interesados. Pellicciari no eludió la crítica a quienes han intentado borrar o ensuciar esta dimensión espiritual de España mediante la leyenda negra, alimentada -según explicó- por personas como Lutero, grabadores como De Bry o la propaganda inglesa, y continuada más tarde por la masonería, interesada en borrar a España de Hispanoamérica.

Negar esa fuerza espiritual, concluyó, es no entender la historia de España. Porque, como recordó ante un auditorio atento y numeroso, España es el único país que conquista su libertad gracias a la fe, y esa fe –con María como protagonista– marcó no solo su pasado, sino su proyección universal.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas