El presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, reveló que Ucrania le propuso llegar a un «pacto de no agresión». «Nos piden que no nos enfrentemos en ningún caso a Ucrania, que nuestras tropas no avancen hacia ellos», aseguró el mandatario, durante una reunión con su Gobierno, y según recoge la agencia de noticias Belta.
Lukashenko no llegó a decir si aceptó o no el pacto. Sin embargo, no dudó en cargar contra Kiev y acusar al Gobierno de Zelenski de entrenar a «extremistas» bielorrusos en su territorio. «No sé para qué les hace falta algo así a los ucranianos», señaló, y destacó que en las vecinas Polonia y Lituania también se entrenan a opositores.
El mandatario bielorruso afirmó que ya tienen «suficientes problemas» en su perímetro, tanto en el espacio aéreo como en el terreno, la frontera verde, por lo que da a entender que descarta entrar en la guerra de Ucrania. Lukashenko, un aliado cercano del presidente ruso, Vladimir Putin, permitió a Moscú usar su territorio para enviar tropas a Ucrania el 24 de febrero del pasado año.
De ahí, el miedo que existe en el Gobierno de Zelenski de que se vuelva a usar el territorio del país vecino para lanzar una nueva ofensiva, ahora que parece que Ucrania gana terreno. Por su parte, el Kremlin se ha negado a comentar «por ahora» si Lukashenko discutirá la supuesta oferta de «no agresión» por parte de Ucrania con Putin.
Giro en la guerra de Ucrania
Alemania anunció en la tarde de ayer que, finalmente, daba luz verde al envío de los tanques
Leopard 2 a Ucrania, mientras que
Estados Unidos está previsto que autorice el envío de los
Abrams M1. La repuesta, por parte de Rusia, no se ha hecho esperar y ha advertido de que se trata de una «provocación» y que destruirá todos.
Mientras tanto, la Alianza Atlántica confía en la derrota del Ejército ruso. Los tanques «pueden ayudar a Ucrania a defenderse, ganar y prevalecer como nación independiente», apuntó Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, en un mensaje en Twitter.