
Arturo Pérez-Reverte y Javier Marías eran grandes amigos
Pérez-Reverte arremete contra la Academia del Nobel tras la muerte de Javier Marías
«Es una enorme injusticia que Javier haya muerto sin el premio Nobel», ha lamentado el escritor
Si todos los seguidores y lectores de Javier Marías se quedaron huérfanos ayer tras el fallecimiento del autor, la pérdida es doblemente dolorosa para sus amigos, especialmente para sus colegas escritores. Arturo Pérez-Reverte era uno de sus grandes compañeros de vida y de profesión, y ha lamentado la desaparición del autor de Corazón tan blanco.
Por ello, Pérez-Reverte ha sido uno de los más contundentes a la hora de llorar la muerte de su amigo, y lo ha hecho arremetiendo contra la Academia del Nobel. «Que Javier Marías haya muerto sin el premio Nobel le quita mucha categoría al premio Nobel», ha tuiteado, acompañando su mensaje de una foto de Marías.
Este lunes, Pérez-Reverte ha sido entrevistado en el programa Más de uno, de Onda Cero. Al ser preguntado sobre el premio, ha reiterado su convicción: «El que Javier no haya tenido el premio Nobel es un desdoro para la Academia del Nobel. Es el Nobel el que se desprestigia no tener a Javier allí», ha insistido el autor, que publica en octubre su próxima novela, Reovolución.
Reverte considera «una enorme injusticia que Javier haya muerto sin el premio Nobel». «Era nuestro premio Nobel, siempre creí que lo sería de un año a otro», ha asegurado durante su entrevista con Carlos Alsina. Pese a reconocer que Marías «era muy enemigo de distinciones» –en 2012 rechazó el Premio Nacional de Narrativa por parecerle «inconsecuente aceptar un premio del Estado»–, Reverte cree que el Nobel era «el único premio que habría aceptado».Premios no, gracias
A mediados de los 90, Javier Marías tomó una decisión que le valdría alguna que otra enemistad: rechazar como norma cualquier galardón estatal e invitación gubernamental. No quería jugar al juego de la política al que tantos escritores sucumbían (ni de un lado ni de otro) ni tener que pagar favores o hacerlos él mismo.
Antes de declinar al Premio Nacional de Narrativa en 2012, sí aceptó otros premios extranjeros, como el Alberto Moravia de Narrativa o el José Donoso de la Universidad de Talca, en Chile. Pero a Marías le pesaba, como expresó en más de una ocasión, recibir un premio cuando su padre, el gran filósofo y pupilo de José Ortega y Gasset Julián Marías, no había recibido ninguno.
La clave está en qué hubiese pasado si le dieran el Nobel. Dijo entonces: «La Academia Sueca, que yo sepa, no tiene ningún motivo para concederme el premio». A no ser que se lo den póstumamente, en cuyo caso no podrá rechazarlo, ya nunca sabemos si se habría doblegado a la Academia... y al millón de euros que acarrea.